Muerte por Suicidio

La muerte por suicidio sucede cuando una persona se quita la vida de manera intencional. Usualmente la palabra “suicidio” genera una serie de emociones y pensamientos desagradables que se relacionan con el miedo, el desconocimiento, la mala interpretación o poca educación de la población.  Si observamos de manera real y compasiva la muerte por suicidio, ésta es causada o es el resultado de un sufrimiento psíquico o físico e intolerable en extremo, experimentado por una persona.

En Panamá las cifras de muertes por suicidio se muestran variables, pero en incremento. En el año 2019 se registraron un total de 174 muertes por suicidio, en el año 2020 se registraron 143 muertes por suicidio y en el año 2021 se registraron 196 muertes por suicidio, siendo la Provincia de Panamá la que mayores casos registrados tiene, seguida por la Provincia de Chiriquí. (1)

¿Cúales son algunos factores de riesgo para la muerte por suicidio?

La intensidad con la que una persona experimenta y vive algunos eventos y la incapacidad para afrontar estos eventos estresantes, son factores relacionados a la fatalidad.

Las experiencias asociadas a las muertes por suicidio con mayor evidencia son los trastornos mentales, en particular la depresión, las rupturas de relaciones, los factores económicos y el dolor experimentado por enfermedades crónicas. Adicionalmente, se ha identificado que vivir conflictos, catástrofes, violencia física y sexual, perdida de seres queridos y aislamiento, generan conductas que llevan una intención suicida. Las personas que son parte de poblaciones discriminadas y vulnerables, migrantes, indígenas, la población LGBTIQ+; y los reclusos, también son consideradas como condiciones de riesgos para la muerte por suicidio.

¿Cómo nos afecta enfrentar una muerte por suicidio?

El impacto que tiene la muerte de una persona a la que estamos relacionada es variable, afecta integralmente nuestra funcionalidad y podemos vivirla de acuerdo al grado familiar o vínculo que desarrollamos con la persona que ya no está. Generalmente nos afecta emocional y mentalmente, puede afectar nuestra salud física, al igual que nuestra dinámica social y condiciones económicas.

Enfrentar la muerte por suicidio de una persona a la que estamos relacionadas puede incrementar la carga emocional de los efectos antes mencionados y adicionar consecuencias aún más desagradables. Podemos generar memorias traumáticas y enfrentar sus síntomas, puede deteriorar hasta destruir la dinámica de una familia, el riesgo del deterioro de nuestra salud física y mental se eleva. También puede escalar de manera generacional con una creencia poco funcional y es considerado un factor de riesgo de muerte por suicidio, entre las personas que están vinculadas a la persona que murió.

Sin duda alguna la afectación es mucho más severa y el estigma que le acompaña tiene una mayor carga de estrés sobre el duelo que experimenta la familia, amigos o conocidos que pierden a una persona bajo estas circunstancias.

¿Cómo identificamos que alguien está en riesgo de morir por suicidio?

El deterioro en el funcionamiento habitual de una persona, es indiscutiblemente una señal de alerta, sin embargo, no siempre se comunica directa o externamente. Toma nota de algunas señales de advertencia de riesgo (2):

  • Amenazar con lastimarse o matarse, o hablar de querer lastimarse o matarse (riesgo alto).
  • Buscar acceso a pastillas, armas de fuego, pesticidas, armas blancas entre otros (riesgo alto).
  • Hablar o escribir sobre la muerte o el suicidio, fuera de lo ordinario (riesgo alto).
  • Aumento del consumo de sustancias (alcohol o drogas).
  • Expresar falta de razón o de propósito en la vida.
  • Ansiedad, agitación, incapacidad para dormir o dormir todo el tiempo.
  • Sentirse atrapado, como si no hubiera salida.
  • Desesperación.
  • Aislamiento de los amigos, la familia y la sociedad.
  • Rabia, ira descontrolada, búsqueda de venganza.
  • Actuar imprudentemente o participar en actividades riesgosas, aparentemente sin pensar.
  • Cambios de humor dramáticos.
  • Regalar posesiones preciadas o buscar cuidado a largo plazo para mascotas.

¿Qué podemos hacer para prevenir las muertes por suicidio?

La atención de profesionales de la salud es una intervención determinante en la prevención de muertes por suicidio, trabaja sobre los síntomas / factores de riesgos y al mismo tiempo provee herramientas a la persona que se encuentra en riegos y muchas veces de requerirlo, a las personas que le rodean.

Si conoces a alguien que presenta comportamientos de riesgo, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Anímalo a buscar ayuda profesional.
  • Mantente en comunicación constante con la persona en riesgo.
  • Válida sus sentimientos.
  • Propón tiempo para actividades fuera del ambiente cotidiano de la persona.
  • Escucha con atención.
  • Evita minimizar las experiencias, emociones o dificultades que exprese la persona.
  • Recuérdale sus fortalezas y lo valioso que es.
  • Expresa lo importante que es en tu vida y en la vida de otras personas.

¿Hablar sobre las muertes por suicidio incrementan el riesgo?

¡Es un mito! Hablar sobre las muertes por suicidio no incrementa el riesgo, ni planta ideas en la cabeza de una persona en riesgo; muy al contrario, hablar sobre el tema nos permite propiciar un espacio para que aquellas personas que están riesgo, se atrevan a hablar de lo que están atravesando y pedir ayuda sin le vergüenza o el estigma que rodea el tema.

Recordarle que no están solo es una responsabilidad de todos.

 

Escrito por: Ericka Camaño – Psicóloga / Terapeuta EMDR

  • Fuente: Centro de Estadísticas, Ministerio Público de Panamá/ Unidades de Homicidios Ministerio Público.
  • Fuente: American Association of Suicidology
Autocontrol emociones

¿Por qué a mi hijo(a) le cuesta autocontrolarse?

Muchos papás se preguntan: ¿por qué a mi hijo(a) le cuesta autocontrolarse? Esta es una pregunta válida y la respuesta va a depender de la edad, las habilidades emocionales y sociales que tenga nuestro hijo, el nivel de escolaridad y muchas cosas más.

¿Qué es el autocontrol?

Autocontrol emocionesEl autocontrol es una habilidad que se adquiere con la práctica, con el desarrollo del niño y con el tiempo. Es compleja y algunos niños(as) tardan más que otros en adquirirla. En esta época de la inmediatez, se hace más urgente incluir dentro de los programas de educación la enseñanza de esta habilidad.

¿Por qué es importante esta habilidad? Bueno, imagínate que tu carro se queda sin batería. ¿Qué es lo primero que haces? Tratas de respirar profundo, llamas al seguro o a alguna compañía que te pueda apoyar con esto. En todo ese proceso tienes que estar calmado(a), esperar, quizás llamar para cancelar citas o reuniones y después poder seguir con tu vida.

Todo esto requiere que hagamos una planificación, mientras regulamos nuestras emociones y tomamos una decisión. Para los niños y su cerebro hacer todo esto es más complejo. Un niño, cuando carece de autocontrol puede:

  • Frustrarse fácilmente.
  • Les cuesta esperar su turno.
  • Habla y se para en exceso.
  • Hace muchas pataletas dentro de una edad que no son comunes.
  • Interrumpe mucho.

Esta habilidad la podemos ver más hacia los 5 – 6 años, pero no quiere decir que no se pueda entrenar desde antes.

¿Qué pasa en el cerebro de mi hijo(a)?

En la medida que los(as) niños(as) crecen se va desarrollando su cerebro e incorporando funciones más sofisticadas. Algo que adquieren son las funciones ejecutivas. Las funciones ejecutivas pueden ser definidas como las rutinas responsables de la monitorización y regulación de los procesos cognitivos durante la realización de tareas cognitivas complejas (Miyake, Friedman, Emerson, Witzki, Howerter y Wager, 2000). Las funciones ejecutivas incluyen (Anderson, 2008):

  • Control de impulsos y autorregulación
  • Flexibilidad mental
  • Planificación y organización
  • Estrategias para resolver problemas
  • Anticipación y desarrollo de la atención

En ocasiones, la dificultad para autocontrolarse puede estar ligada al desarrollo de algún trastorno como el Trastorno de Déficit de Atención o a situaciones de mucho estrés o ansiedad que rebasan la capacidad del entendimiento de nuestros(as) hijos(as) (divorcios, mudanzas, cambios de escuela, entre otras).

Herramientas para ayudar a mi hijo a autocontrolarse

Existen diversas acciones para ayudar a nuestro(a) hijo(a) a autocontrolarse emocionalmente. Veamos algunas:

  • Validar sus emociones. Es importante que los(as) niños(as) sepan que todo lo que sienten está bien. Si quieres leer más sobre esto, haz click aquí.
  • Ayudarlo a identificar sus emociones. Cuando los niños reconocen cómo se sienten y le pueden poner un nombre, se autorregulan más fácilmente. Por ejemplo: “Stephanie, veo que estás muy triste por no poder bajar al parque con tus amigos”.
  • Anticipar lo que va a pasar. Esto es muy importante si queremos que nuestros(as) hijos(as) puedan autocontrolarse en las distintas situaciones. “Stephanie, cuando este palito que está en el 3 llegue al 5 iremos a comer a casa de tu abuela”.
  • El semáforo. Está estrategia es una de mis favoritas. Lo único que necesitas es un cartón y papel de construcción verde, roja y amarilla. Lo armas como si fuese un semáforo y le explicas al niño(a) lo siguiente:
    • ROJO: Es para detenernos cuando estamos muy bravos, muy enojados o muy felices.
    • AMARILLO: Para pensar en qué pasó y cómo nos sentimos.
    • VERDE: Para decidir qué hacer.

Al principio será necesario tener el semáforo en la mano. Más adelante, después que lo haya practicado varias veces, con mencionar los colores será suficiente.

Enseñarle a los(as) niños(as) a autocontrolarse puede tomar tiempo, pero valdrá la pena. Es importante tener paciencia y respetar los ritmos de cada niño(a), porque todos son diferentes.

Mamá, papá, cuidador, criar no es una tarea fácil. Recuerda todo los días que estás haciendo lo mejor que puedes. Al leer este artículo, buscar apoyo de profesionales y decir de vez en cuando “no sé”, demuestras amor a tus hijos. Ellos lo verán más adelante.

Texto escrito por: Stephanie Smith. Psicóloga.

Fuente bibliográfica:

Experiencia de las pausas y el descanso

El descanso, ¿de qué se trata esta experiencia? Pertenecer al mundo despierta en nosotros desde el lente de formar parte de algo, el recordatorio en modo reloj biológico que nos orienta hacia nuestra dirección a socializar.

Ser seres sociales nos hace crear una consciencia basada en lo que ofrece el entorno. Nos impulsa el transformarnos en agentes reguladores para otros y eso puede determinarse con más viabilidad cuando nos abrimos a la posibilidad de mirarnos internamente a observar nuestras propias formas.

Esta cooperación entre partes en la que podemos transitar como agentes reguladores internos o hacia los demás, nos permite revisitar los lugares en donde guardamos recursos necesarios para afrontar la vida. Revisitar espacios es una tarea cautelosa que necesita de verificación sobre cuando y en qué oportunidades debemos detenernos para asignar pausas con propósitos.

Experiencia de las pausas y el descansoPara sentir, necesitamos de estas pausas que nos permitan escuchar el ruido y de dónde es su proveniencia. Algunas veces incómodo, y otras no, este ruido puede ser la sinfonía que pueda brindarnos un ritmo.

Detenernos para autodenominarnos un ritmo nos ayuda a reconocernos y beneficiarnos de nuestra capacidad de representación mental y psíquica de distintas sensaciones propias y de los demás. Esta función es nuestra capacidad de mentalización, descrita por el psicoanalista Peter Fonagy, nos ayuda a diseñar una idea coherente de nuestra percepción.

Más descanso y su significado en nuestra salud mental

Las pausas pueden significar recuperar nuestra capacidad de pensar después de un momento difícil. En donde se hace más cercano darle permanencia a lo que sabemos y lo que somos capaces de hacer a través de nuestra fortaleza.

Nuestra percepción del mundo se revitaliza al pausar para ser exploradores y descubrir qué necesitamos en cada situación. Detenernos es cuidarnos. Esta identificación de lo que realmente necesitamos nos mueve hacia tomar un descanso que puede reiniciar o renovar nuestros recursos.

Experiencia de las pausas y el descansoClarificar un panorama que se siente denso o se ve borroso requiere de pausa para detenernos y ponernos en contacto con nuestros ideales, ver si hay oportunidad de modificación y ser capaces de sostener la tranquilidad a través de nuestras elecciones y decisiones.

Incluir pausas en nuestro ritmo, nos brinda la opción de mantener una continuidad flexible; nos mantiene congruentes con lo que nos funciona y a la vez nos regala la adaptación a nuevas experiencias.

Para tener una comparación sobre la importancia de nuestra productividad, en función de nuestro bienestar, es igual de necesario, incluir en nuestras referencias de autocuidado, el descanso.

Tomar consciencia de las pausas, significa que hemos hecho un trabajo interno en considerar que como seres humanos, necesitamos descansar.

Texto escrito por: Marjorie González. Psicóloga.

Resiliencia en niños

¿Cómo despertar la resiliencia en los niños?

Nuestra crianza, juega un papel determinante como puerta de acceso a darnos permiso de ser nosotros mismos en la vida adulta. Igualmente, nos ayuda a desarrollar caminos que nos funcionen como herramientas para enfrentar las situaciones. Una pregunta determinante es cómo podemos despertar resiliencia en los niños.

La resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de afrontar las situaciones difíciles, sobreponernos y adaptarnos a una nueva realidad. En este proceso de adaptación, hacemos uso de herramientas psíquicas internas para enfrentar lo que consideramos amenazante o desafiante.

¿Cómo se moviliza la resiliencia?

Resiliencia en niñosCada vez que hacemos uso de esta capacidad, potenciamos también nuestra flexibilidad cognitiva, siendo toda esta movilización, un gran evento interno que podemos cultivar desde edades tempranas en la crianza.

La flexibilidad cognitiva nos permite hacer contacto con posibilidades contrastantes sobre las situaciones, dándonos apertura a incluir alternativas a las problemáticas de la vida diaria. Para esto, la neuroplasticidad juega una pieza clave.

No puede haber nuevos caminos con alternativas produciendo resiliencia, sin neuro-plasticidad. Al solucionar problemas, generamos nuevas memorias de las experiencias estresantes, y, esa nueva representación, está sujeta a aprendizaje de nuevas estrategias.

La resiliencia está sujeta al gesto espontáneo en la niñez

El juego en los niños, es un escenario enriquecedor que puede dar paso a la espontaneidad. Al permitir que el niño o niña pueda encarar sus propias formas naturales de explorar o diseñar soluciones frente a la equivocación, se estará privilegiando su individualidad. Se promueve que pueda habilitar su potencial, curiosidad y creatividad que será el motor de creación de alternativas o soluciones en el futuro.

Una crianza en la cual a través de validación y contención, se permita que el niño o niña pueda expresarse espontáneamente, y equivocarse, brindará el impulso necesario para perpetuar un lienzo listo para impregnar caracterísitcas individuales.

Este ambiente facilitador de genuinidad fue descrito por el Dr. Donald Winnicott, psicoanalista que desarrolló la teoría del gesto espontáneo. El Dr. Winnicott describe que esta espontaneidad puede ofrecerse al niño o niña a través de dejar que explore y descubra el mundo sin cargar de importancia el cómo lo haga, es decir, que al enfrentar desafíos, no se le interfiera.

La resiliencia desde la crianza

Incorporar la idea de que independientemente del resultado de las exploraciones del niño o niña, obtendrá la validación sobre sus decisiones innatas, le proporcionará la confianza de que en él o ella podrá auto-encontrar un espacio seguro digno de ser, de mostrar a los demás, capaz de enfrentar y solucionar problemas.

Aprovechar la neuroplasticidad que brinda las edades tempranas para esta incorporación, puede ser una base sólida para desarrollar resiliencia antes y durante la adultez.

Acciones para despertar resiliencia en los niños

  • Permitir la equivocación: Despertará en el niño la necesidad de crear estrategias propias frente a los retos. A su vez, aumentará su confianza con respecto a cometer errores, que, en la adultez, le permitirá evitar invadir la ejecución de su desempeño con autoexigencia que puede nublar los caminos hacia la resiliencia.
  • Promover la curiosidad del niño: A través de presentarle temáticas u objetos con el objetivo de iniciar una conversación en donde se pueda indagar sus ideas. De esta forma, fomentaremos la capacidad creativa de construir nuevos panoramas.
  • Utilizar referencias de alternativas frente a las situaciones en las conversaciones de adultos: De esta forma, los niños/as percibirán como modelo, que sus cuidadores incluían posibles escenarios de vías alternas en las situaciones difíciles de forma indirecta e implícita.
  • Realizar actividades que permitan que los niños puedan ver una transición: Esto se hace con el objetivo de mostrar el cambio adaptativo de las situaciones, a través de animales, o conceptos dirigidos a la edad del niño. De esta manera, es importante considerar el cambio como punto focal.
  • Impulsar la opción de pedir ayuda: En el proceso de adaptación, la sensación de apoyo juega un papel importante. Además, nos posiciona como seres humanos que podemos tener permiso a ser vulnerables, recibir ayuda y encontrar nuevas vías de solución.
  • Empoderar al niño/a a tomar decisiones: Con el objetivo que puedan sentirse seguras/os de detectar lo que necesitan y llevarlo a la acción.
  • Transmitir seguridad: La autoconfianza es necesaria para sobreponerse a las situaciones difíciles. Adaptarse requiere de un proceso de reinvención sobre lo que se enfrenta. Esto dispone de energía interna que nos favorece que sea promovida desde sentirnos que somos nuestro propio espacio seguro.

Texto escrito por: Marjorie González. Psicóloga.

Ser fuertes

«Ser fuerte» y su alto costo emocional

Ser fuertesDesde pequeños, en muchas ocasiones al pasarnos algo desagradable, escuchábamos a nuestros cuidadores decir cosas como: “no pasa nada”, “no es para tanto”, “¡sacúdete!”. Veamos algunas consecuencias de “ser fuerte” todo el tiempo y su alto costo emocional.

Muchas personas hemos aprendido que “ser fuerte” implica: no llorar, hacer todo solos, no pedir ayuda, no aceptar nuestras emociones, no vivir duelos. ¿Esto es realmente alguien “fuerte”? He dudado mucho y más en estos últimos tiempos.

La pandemia ha dejado huellas profundas en la vida de muchos. ¿Cómo me “sacudo” esto? Yo pienso que no podemos, no como si fuese polvo.

“Ser fuertes” en tiempos difíciles

“No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”, ¿has leído esta frase antes? Está por todas las redes sociales y puede confundirnos mucho cuando atravesamos tiempos difíciles.

Tienes muchas opciones para enfrentar las cosas que pasan por tu vida. Sin embargo, es importante que sepas que retener emociones y lágrimas puede tener consecuencias para nuestra salud emocional y mental. La profesora asistente de psiquiatría y psicología en la Universidad de Pittsburgh en Pennsylvania, Lauren Bylsma, explicó que los humanos son los únicos animales que lloran en la edad adulta y cuentan con lágrimas emocionales, las cuales pueden tener “funciones sociales más complejas para obtener el apoyo y el consuelo de los demás o para tener funciones comunicativas o de vinculación social” (Rogers, 2020).

Todo esto me lleva a pensar que, al contrario de lo que socialmente se piensa, “ser fuerte” es en realidad aceptar que está bien experimentar emociones difíciles, que está bien si necesitas ayuda, que está bien llorar.

Beneficios de llorar

Antes de contarte los múltiples beneficios de llorar, mencionaré el alto costo emocional de no hacerlo. Cuando no nos damos permiso de llorar podemos:

  • Somatizar nuestras emociones (reflejar en nuestro cuerpo el malestar en forma de resfriados, caída del cabello, comezón, dolor de estómago).
  • Aumentar la ansiedad y estrés.
  • Complejizar un duelo o situación.
  • Aumentar la sensación de ahogo y recurrir al aislamiento.

Sí, llorar no es placentero, sin embargo es un mecanismo que utiliza nuestro cuerpo para liberar tensión. Además, otros beneficios de llorar son:

  • Sensación de alivio.
  • Reduce la ansiedad y el estrés.
  • Nos ayudan a reorganizarnos internamente.
  • Aumentamos la empatía hacia nosotros.

No estoy promoviendo que lloremos todo el tiempo, solo que si queremos hacerlo podemos darnos el permiso y la oportunidad de ser vulnerables.

“Ser fuertes” desde la vulnerabilidad

Después de todo lo que leíste, ¿”ser fuerte” tiene otro significado? Para mí, definitivamente, sí. Ser fuerte para mí es tener el valor de ser vulnerables. La investigadora Brené Brown en su documental “La llamada de la valentía”, comparte que la vulnerabilidad es incertidumbre, riesgo y exposición emocional. Como la vida misma.

No todos los días sabemos cómo nos vamos a sentir, qué pensaremos o qué va a pasar, sin embargo nos levantamos decididos a vivirla. Hoy te invito a “ser fuerte” con vulnerabilidad, con amor y empatía hacia ti. Dándote permiso para llorar, sentir y florecer.

No tienes que siempre poder, no tienes que siempre querer y no tienes que hacer nada solo(a). El equipo de Vital Minds está contigo.

Texto escrito por: Stephanie Smith. Psicóloga.

Referencias:

Empezar de cero

¿Cómo comenzar de cero?

Empezar de ceroLa expresión que usualmente se escucha a fin de año es: “año nuevo, nuevo yo”. ¿Nuevo yo? Me he preguntado año tras año. ¿Por qué no mejor reiniciar? Veamos cómo comenzar de cero.

Sí, otro cliché. No considero que sea necesario comenzar de cero. Además, sería prácticamente imposible. Al menos que vuelvas a nacer o tengas un accidente que borre absolutamente todas tus memorias. ¿Por qué querríamos eso? ¿Qué pasa con lo que ya sé? ¿Por qué anhelo no tener estos recuerdos? Quizás porque esos recuerdos están ligados a emociones desagradables y aún es difícil para ti manejarlos.

Emociones y recuerdos

El psicólogo cognitivo, Gordon H. Bower, hizo una investigación acerca de cómo almacenamos y evocamos los recuerdos según nuestro estado de ánimo. En esta, encontró que las personas tenemos una mayor facilidad de memorizar elementos en un estado de ánimo semejante al que tenemos en el momento de evocarlas. Es decir que, por ejemplo, estando felices evocaremos más fácil ideas o recuerdos que se guardaron en la memoria estando felices. Y, así, pasa con los otros estados de ánimo.

También, llamó “procesamiento congruente con el estado de ánimo”, cuando el estado de ánimo impacta en el momento de seleccionar lo que guardamos en la memoria. Es decir, qué información es más relevante para posteriormente poder recuperarla. Dijo que si estamos de buen humor tendremos mayor probabilidades de prestar atención a ideas o situaciones que valoramos como positivas e inversa.

Entonces, podríamos concluir que cuando nos pasa algo y está ligado a una emoción intensa, en el momento en el que pensemos en eso vendrá una ola de esa emoción que no queremos sentir nuevamente. ¿Qué podemos hacer para aliviar esto? Hablar. Hablar cura y nos transforma. Ir a terapia siempre hace la diferencia. No querrás comenzar de cero, porque te darás cuenta que todo ha sido necesario para llegar donde estás.

Utiliza los recuerdos a tu favor

Empezar de ceroLos recuerdos que tenemos son solo nuestros. No hay nadie, aunque haya estado contigo en esa misma situación, que guarde la información como tú. Sí, puede que suene medio absurdo, pero eso solo te pertenece a ti, al igual que tus emociones.

Entonces, como estos recuerdos sólo te pertenecen a ti los puedes utilizar a tu favor. Puedes  tomarlos como un punto de inicio en la búsqueda de tu salud mental y emocional.

Las emociones que acompañan nuestra historia no son buenas ni malas, solo son. Quizás, algunas sean más agradables que otras y eso está bien. ¿Recuerdas que dije que hablar cura? ¿Qué tal si llevas esto a la práctica? ¿Lo has considerado?

Haciendo las paces con mi yo

Es importante que sepas que tú no tienes nada malo. Tus emociones, recuerdos, ideas, pensamientos, conclusiones, no son “malas”. Puede que sean diferentes, puede que no te hagan sentir satisfecho o satisfecha, puede que te paralicen, pero son tuyas y puedes hacerte cargo de repararlo si así lo deseas.

¿Qué tal si hacemos un ejercicio? Mírate al espejo. Ese o esa que ves ahí eres tú. Eres real y yo también te puedo ver. Estás en este mundo porque eres importante y no es necesario que comiences de cero, puedes evolucionar a partir de ahora.

Poco a poco, cuando lo decidas, puedes ir haciendo las paces contigo. Aceptando que no solo tenemos emociones agradables, sino que también están las desagradables y que todas forman parte importante de nuestro mundo. ¿Cómo experimentaríamos la calma si no conocemos la frustración?

Texto escrito por: Stephanie Smith. Psicóloga.

Fuentes:

  • Pérez Leal, M. (2020, 3 diciembre). 5 Fenómenos Interesantes De Nuestra Memoria. Nueces Y Neuronas. http://www.nuecesyneuronas.com/5-fenomenos-interesantes-nuestra-memoria/
Metas

De los sueños a las metas

Metas¡Se acabó el 2020! El fin de cada año trae consigo una serie de reflexiones sobre lo que quedó atrás, y nuevas metas para los próximos doce meses. A pesar de toda la incertidumbre a la que nos hemos enfrentado recientemente, el 2021 no es la excepción. La cruda verdad es que la incertidumbre siempre ha estado entre nosotros, aunque ahora por ser momentos de crisis no podamos ignorarla.Estamos en medio de una pandemia, es posible que no hayamos logrado muchos de los propósitos que manifestamos al inicio del año. Esto puede estar generando mucha frustración y desesperanza para lo que nos espera en el siguiente ciclo. Sin embargo, sentir que hemos fracasado de alguna manera, no implica que dejemos de lado nuestros objetivos. Te compartimos algunos puntos de reflexión importantes al momento de determinar estas metas.

Situación actual: ¿dónde estoy ahora?

Cualquier momento del año es adecuado para hacer introspección, al observarse y escucharse a uno(a) mismo(a). Como mencionamos, el concepto del fin de año implica una percepción de cierre y de un nuevo comienzo. Este inicio no es de cero, pues ya hay un camino que hemos recorrido. Al establecer nuevas metas es importante tener cierta claridad con respecto a nuestra situación actual en distintos aspectos de nuestra vida:

  • ¿Cuáles han sido nuestros logros y fracasos al día de hoy?
  • ¿Cuáles son algunos obstáculos que hemos encontrado?
  • ¿Cuáles son las áreas de oportunidad para avanzar?

Partiendo de lo anterior, es importante definir las prioridades. Las áreas que consideramos importantes y sobre las cuales queremos tomar acción, ya sea para desarrollarlas o cambiarlas. Las prioridades varían en distintos momentos de la vida, e identificarlas será la brújula que guíe el resto del proceso.

Sueños y propósito por redescubrir

MetasUna vez que tiene una idea de tu situación actual, considera aquello que quisieras lograr o hacer. Como el dicho lo dice: “sueña en grande”. Algo que vaya alineado con tus prioridades actuales, y en el mejor de los casos con un propósito que de alguna manera te aporte a ti  y/o a los demás. Esto se puede relacionar con aquello que consideres tu visión, una proyección de lo que quieres lograr a largo plazo y que tenga un impacto en la sociedad. A veces idealizamos esta concepción, creyendo que debemos convertirnos en superhéroes, salvar el planeta de x o y peligro. Pero cualquier contribución que hagan por pequeña que sea hace una diferencia.

Siempre hay cabida para la reflexión, sobre qué está detrás de mis sueños y propósitos. Si estos surgen basados en inseguridades o comparaciones con otros, o si están basados en algo que te inspire o que te apasiones. Descubrir esto quizás tome tiempo, ya que el proceso no es lineal siempre se puede volver a ese lugar de cuestionamiento propio. En muchos casos, hay personas que tienen muy claro sus sueños y aún así no los llevan a la acción.

Estableciendo metas: ¿qué quiero lograr?

Para no quedarnos en las nubes y con sueños incumplidos, hay que bajarlos a la tierra, estableciendo metas. Una opción es preguntarse ¿cuáles son los pasos que debo tomar para alcanzar ese objetivo? Al hacer esto construimos metas que nos permitirán tener pequeños logros que podemos celebrar. Una guía excelente para evaluar nuestras metas es el método SMART (inteligentes) por sus siglas en inglés. Al establecer una meta podemos considerar que se:

  • Específica
  • Medible (no sólo en números)
  • Alcanzable
  • Relevante
  • En un periodo de tiempo

MetasPor ejemplo, digamos que hoy quieres cambiar tu estilo de vida por uno más saludable. Sabemos que algo muy importante para mejorar la salud es tomar agua. Si la meta es establecemos es “tomar más agua” no llegaríamos a ningún lado. Una meta inteligente alineada con ese sueño de tener un estilo de vida más saludable es: tomar 8 vasos de agua diarios. Es específica porque sabemos la acción que debemos tomar para cumplirlo, se puede medir en la cantidad de vasos de agua, es alcanzable pues es lo que se espera que tome un adulto, es relevante para la salud física y el periodo de tiempo es cada día. El ejemplo anterior es bastante sencillo y hay otras áreas de la vida que no se pueden medir de esa manera. También es posible utilizar otros criterios para “medir” que no sean numéricos.

Actuar: ¿Qué necesito para lograrlo?

Quizás para lograr alguna de mis metas sean necesarias ciertas habilidades, y otras se pueden irse desarrollando en el camino. Se vale pedir ayuda de otras personas que consideres cuentan con el conocimiento, la experiencia o habilidad en eso que quieres alcanzar. Lo importante es no esperar el momento ideal en el cual se cuente con todo lo necesario, para evitar quedarnos estancados por nuestras propias inseguridades.

Determina una estrategia, es decir, las acciones planificadas sistemáticamente en el tiempo para llevar a cabo tu objetivo. Define estas acciones y procurar tener disciplina al realizarlas. La motivación es importante pero cambiante. Si programamos en nuestra agenda estas acciones específicas y tenemos constancia, es más probable que logremos los resultados esperados.

Apreciar el proceso de lograr tus metas

MetasUna vez tengamos una estructura en cuanto a nuestras nuevas metas, es enriquecedor apreciar y disfrutar el proceso, independientemente de que hayamos logrado nuestra meta aún o no. Si nos aferramos al resultado, el recorrido puede producir mucha frustración, principalmente en tiempos de tanta incertidumbre. Es posible que encontremos obstáculos y dificultades. En ese caso, ser flexibles nos permitirá sobrellevar dichos problemas para avanzar. Si nuestras metas están alineadas con un propósito más amplio, es más viable que podamos mantener el entusiasmo y la disciplina.

Celebra cada paso que vayas dando en la dirección que quieres. Muchas veces somos exigentes con nosotros(as) mismos(as). Nos comparamos con los resultados de los demás, y no tenemos idea lo que les ha tomado llegar hasta allí. Honra tu propio proceso, ten compasión contigo mismo(a), aprende de los fracasos y echa pa’lante. Ya sea que lo hagas a inicios de año o no, que estas reflexiones sirvan para pensar con más profundidad en tus metas.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Del caos al autoconocimiento

El proceso de autoconocernos no es fácil. Pasamos del caos al autoconocimiento muchas veces. ¿Por qué? Porque si no hay incomodidad no hay cambio. Suena un poco loco, ¿cierto?

Autoconocernos no solo incluye saber nuestro color favorito o nuestra comida predilecta, sino que incluye conectarnos con nuestras emociones. Las emociones son expresadas a través de lo que pensamos y cómo actuamos. También las sentimos en el cuerpo. Si no nos conectamos con ellas, nos encontraremos como desconectados de nosotros en todos los sentidos.

¿Cuándo es el mejor momento para conectarnos con nosotros? Hoy, es la respuesta. También, aprendemos a mirarnos más de cerquita cuando experimentamos un caos o una crisis.

Caos y crisis

Del caos al autoconocimientoSegún la RAE (Real Academia de la Lengua Española), la crisis es un cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados. Considero que la palabra clave en esta definición es “cambio”.

Las crisis, por lo general, nos llevan a experimentar grandes cambios y, en consecuencia, vivimos emociones intensas y solemos desequilibrarnos. A veces, podemos sentir que no tiene salida la situación, sin embargo muchos de nosotros encontramos los recursos necesarios para salir adelante.

¿Cómo puedo aprovechar las crisis para conectarme conmigo?

  1. Haz pausas para aceptar el momento y las emociones que estas experimentado.
  2. Intenta respirar profundamente cuando sientes que tus emociones están desbordadas. Usualmente, las respiraciones pueden ayudarte a bajar la revolución y tomar decisiones distintas.
  3. Muévete si te sientes estancado. Así podrás aprender más de ti y de la capacidad que tienes de encontrar la calma dentro de ti.

Proceso de duelo y transformación

Las crisis que llegan a nuestras vidas, regularmente, se producen por las pérdidas que podemos experimentar. Estas pérdidas nos llevan a un proceso de duelo.

Los duelos tienen etapas. La psiquiatra y escritora Elisbeth Kübler-Ross, desarrolló una teoría o modelo de las 5 fases del duelo. Estas 5 fases son: negación, ira, depresión, negociación y aceptación.

Lo interesante es que la teoría nos comparte que las etapas no se dan en orden. Puede ocurrir la depresión primero y luego la ira o viceversa. Esto dependerá de cómo la persona decida vivirlo.

Estos procesos de crisis, que nos llevan a atravesar un duelo, suelen ser una oportunidad para conocernos. Nos mueven de tal manera que el viaje hacia nuestro mundo interno es imprescindible para poder seguir con nuestra vida. Y cuando digo seguir, no me refiero a dejarlo atrás, sino a aprender a vivir con eso que nos paso de manera sana.

Autoconocimiento

Del caos al autoconocimientoTodo esto te hará más sentido ahora que estamos atravesando la pandemia. Es una de las crisis más grandes que haya pasado en este siglo. Si te sientes identificado con todo lo del caos, la crisis y los duelos, sigue leyendo.

Las cosas que nos pasan y clasificamos como “negativas” no solo son eso. Y nada de esto lo digo por ser “optimista”, sino porque la vida en general no es blanco o negro. Todas las cosas que vivimos son una oportunidad para (re)conectarnos con nosotros.

Te quiero dejar algunas preguntas que te podrías hacer en esos momentos para conectar contigo. Algunas, puede que no tengan respuesta ahora mismo, pero siempre puedes venir a visitar este artículo para volver a leerlas cuando todo te haga más sentido:

  • ¿En qué parte de mi cuerpo siento ansiedad?
  • ¿Qué estrategias puedo utilizar para manejar mi ira?
  • ¿A qué le temo realmente?
  • ¿A qué le huyo?
  • ¿Cómo encuentro mi calma?
  • ¿Cómo me gusta que me amen?
  • ¿Quiénes forman parte de mi red de apoyo?

Las cosas que te pasan y lo que decides sentir, te pertenecen. Sé que, de ahora en adelante, tendrás la valentía de mirarte más de cerca. ¿Cómo lo sé? Porque así eres tú, un ser humano lleno de luz que ve diferentes caminos para elegir.

Texto escrito por: Stephanie Smith. Psicóloga.

Fuentes:

  • Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
  • Kubler-Ross, E., Kessler, D., & Guiu, S. (2010). Sobre el duelo y el dolor / On Grief and Grieving: Cómo encontrar sentido al duelo a través de sus cinco etapas / Finding the Meaning of Grief Through the Five Stages of Loss. Luciernaga S. L.
La mIrada

¡Qué ganas de mirar y ser mirados!

En el mundo actual, con el auge y desarrollo de las tecnologías digitales estamos cada vez más expuestos a mirar y ser mirados. La mirada a través de las pantallas presenta algunas particularidades que no se daban de otra manera. Parece haber un incremento en el afán de mostrarse de forma “transparente” ante la mirada de los espectadores del otro lado las pantallas. Exploremos este fenómeno desde diferentes perspectivas…

La mirada y la pulsión

miradaEl psicoanalista francés Jacques Lacan distingue la pulsión escópica, centrada en la mirada subjetivante, de la función fisiológica de ver. Por definición, ver es la acción y el resultado de captar el mundo por medio de la vista. Mientras que mirar, consiste en fijarse en un detalle particular de aquello que estamos viendo. 

Durante el desarrollo del sujeto, somos mirados antes de poder mirar. La madre mira a su bebé, y le va introduciendo la imagen de su propio cuerpo como algo unificado. Este bebé se va convirtiendo en un sujeto, pues hay alguien que dirige hacia él una mirada amorosa. Entonces en el/la niño(a) va surgiendo un deseo de ser mirado, y posteriormente de mirar él mismo.

Pero al igual que todo los aspectos pulsionales del ser humano, esta mirada debe tener un límite. Es angustiante para el/la pequeño(a) mirar de más, o ser mirado todo el tiempo. Es por esto que los(as) niños(as) disfrutan el juego del escondite. En este juego, el/la niño(a) se oculta de la mirada del otro, y a la vez desea que el otro lo busque. El goce que se pierde al no poder mirar o ser mirado todo el tiempo, se recupera a través del juego.

El ojo absoluto

La miradaGerard Wajcman (2011) en su libro “El Ojo Absoluto” introduce la noción de que somos mirados permanentemente. Esto se constata ante la infinidad de cámaras de vigilancia que hoy son parte del entorno natural de las ciudades. El deseo de mirar, propio de la naturaleza humana, ahora parece ser potenciado por la ciencia y la tecnología. Éstas implantan la creencia y la promesa de que tarde o temprano absolutamente todo es posible. Dentro de estas posibilidades, entra el ver todo, que se impone como un mandato. 

Wajcman propone la transparencia como un fenómeno actual. La ciencia y la técnica han sobrepasado los límites del cuerpo, pues ahora puede verse a través de la piel. El único intermediario es una pantalla, ya sea la del monitor o el televisor. Incluso el bebé ya no es sólo anticipado por la palabra, sino por “sus primeras fotografías” tomadas cuando aún habita la comodidad del vientre materno.

La mirada de la ciencia

La miradaHoy en día, todos los objetos tecnológicos tienen un ojo integrado, con una gran capacidad de memoria para almacenar todas las imágenes producidas. Entonces tomamos fotos frenéticamente, en lugar de mirar. Se mirará siempre más tarde, imágenes que son almacenadas en carpetas de la memoria. Cada una tiene su minuto de gloria para luego ser sustituida por los millones que le siguen. Wajcman titula una de las secciones de su libro: “Ver Todo, Perdérselo Todo”, ya que hay demasiadas fotos y no bastantes ojos para verlas. 

Esto se constituye en una amenaza a lo íntimo, ya que el lugar donde el sujeto puede sustraerse de la mirada del Otro le es arrebatado. La tendencia actual a la transparencia es opuesta al derecho del sujeto a ocultar su verdad inconsciente, de la que él mismo tampoco sabe nada. ¿Por qué? La mirada omnipresente del sistema sobre nuestras formas de satisfacción le proporciona información importante. De este modo, el mercado sabe cómo anticiparse y colmar todos nuestros deseos. 

Lo público y lo privado

El psicoanalista francés Jacques-Alain Miller expresa:

“Hoy no sólo tengo derecho a gozar a mi manera, sino también a decírselo a todo el mundo”.

Continúa diciendo que hay un plus de goce que no está velado, sino que se exhibe de todas las maneras posibles. La sociedad ha dado un giro para pasar de la intimidad de los goces privados de la Viena Victoriana de Freud, a la exposición pública de todos los modos potenciales de gozar.

La influencia del Psicoanálisis pasa por la idea actual de que si algo anda mal, es absolutamente necesario hablar, y por qué no, publicar. Las pacientes histéricas de Freud vivían en la época de la represión y el secreto de la doble moral. Freud liberó la palabra cuando descubrió las pulsiones y los deseos inconscientes. No se imaginó que el sujeto un siglo después estaría vociferando sus goces y desgracias, exhibiendo sus secretos más íntimos.

Consecuentemente encontramos las estanterías repletas de libros de auto-ayuda basados en la vida de personas comunes que obtuvieron los logros que la sociedad les impone como deseables. Todo el mundo tiene una historia que contar. Esta es la era de los talk shows, cada uno protagonista de su propio espectáculo. Palabras que no van dirigidas a otro, sino al lector o espectador cualquier, a quien reciba el mensaje.

La realidad como espectáculo

El paso de lo privado a lo público, no sólo implica el empuje actual a decirlo todo. No basta sólo con palabras, pues además se hace imperativo mostrarlo todo, hacerlo visible en imágenes. La sociedad del show business nos pone a disposición el goce de la pulsión escópica. El sujeto cae y consiente esta dinámica, por lo que se muestra más que dispuesto a exhibirse. 

Siguiendo a Wajcman, para esconder algo es preciso reconocerse en él. De modo que sólo es posible exhibir sin pudor cuando el sujeto no se reconoce exactamente en lo que muestra. En este sentido, el exhibicionismo apunta a algo del desapego y liberación respecto de sí mismo. Es decir, que la mirada a la que se expone no apunta a él como sujeto, no está implicado y no es responsable de lo que se ve de él. 

En este contexto surgen y se popularizan programas televisivos, que buscan mostrar a la gente “tal cual es”. Citando a Diana Wolodarsky en su artículo Reality Show:

“El Reality puede inscribirse como un nuevo gadget de la época: un objeto más de consumo ofrecido en el mercado para saturar el vacío de existir… el sujeto paga el precio de ser reducido a la condición de objeto, como un producto más del consumo del mercado.”

El ideal de fama (injustificada)

En el Siglo XXI, surgen las figuras de los influencers, you tubers, tiktokers, etc. en las redes sociales.  Da igual cómo se llamen, lo importante es atraer las miradas, puesto que la sensación de no ser mirado acarrea una irremediable falta en ser. Hay una consigna: “Me miras, luego soy. Soy mientras me miras.”

La miradaOtro factor importante a considerar es la caída de los ideales. Diariamente, incluso en las redes sociales, los sujetos-objetos de la mirada buscan fervientemente un estatus de celebridad. La particularidad y lo que le distingue de generaciones anteriores, es que dicha insignia surge ante la ausencia de un talento o saber extraordinario. Más bien se basa en la realización de las actividades cotidianas, lo cual genera admiración en sus espectadores y deseo de ser igual que ellos.

Woody Allen plasma este fenómeno en su película “A Roma con Amor”. El personaje Leopoldo Pisanello es un tipo terriblemente aburrido, quien una mañana se convierte en el hombre más famoso de Italia. Esta reflexión sarcástica de Allen, nos muestra el precio a pagar por la fama injustificada. Actualmente, las redes sociales y los reality shows, entre otros fenómenos, alimentan esta sed de ser mirados. Llegan los sujetos a borrarse con el único fin de hacerse visibles para alguien. Tal como culmina Wajcman en su libro:

“Cada quien es susceptible hoy de ser el gran reportero de todas las tragedias del mundo, desde las más grandes hasta las más minúsculas.” 

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias:

  • Miller, Jaques-Alain; Laurent, Eric. (2005). El Otro que No Existe y sus Comités de Ética. Editorial Paidós. Buenos Aires, Argentina.
  • Nasio, Juan David (2011). La Mirada en Psicoanálisis. Editorial Gedisa. Barcelona, España.
  • Wajcman, Gérard (2011). El Ojo Absoluto. Ediciones Manantial. Buenos Aires, Argentina.
Vivo por mis hijos

Vivo por mis hijos

La publicación de hoy es más bien una reflexión sobre la dinámica entre padres e hijos, y cómo se juega el deseo entre ellos. Hay una página en Instagram que sigo y me encanta pues es una fuente muy rica de reflexiones. La misma simula el final de una sesión de análisis, donde el analizante habla y el analista le interpreta para luego decir: “Terminamos por hoy.”  Hace unos días leí una publicación acerca del deseo de los padre hacia sus hijos. El analizante dijo: “Yo vivo por mis hijos(as).” A lo que el analista respondió: “¿La vida de ellos? … Terminamos por hoy.” Tú que tienes hijos, ¿te removió algo esta frase? Y si no los tienes, eres hijo(a) sin duda. ¿Te resuena en algo a la relación con tus propios padres? 

El universo simbólico del bebé

Vivo por mis hijosAntes de nacer, el bebé se encuentra inmerso en un universo simbólico constituido por el lenguaje como estructura y los deseos de sus padres con respecto a él. Ellos lo soñaron e imaginaron un futuro para este(a) bebé, que en el mejor de los casos será uno propio. Escogen su nombre con mucho cuidado o al azar, pero siempre con un componente inconsciente importante. Hace unos días llegó a mi consulta un niño, y cuando le pregunto a sus padre por qué escogieron su nombre, me dicen que la primera sílaba es la primera del nombre del padre, y la última sílaba es la última del nombre de la madre. “Así tiene algo de los dos, se parece en una cosas a mí y en otras a ella.”, comentan el padre.

En otros casos, el/la bebé será la continuación del futuro truncado de alguno de sus padres. Llegará como un Mesías a cumplir los sueños rotos, los planes inconclusos  y las frustraciones de sus progenitores. Es fundamental, ante los(as) hijos(as) pensar en el contexto en el cual este niño o esta niña fue concebido(a). ¿Sus padres quieren para él/ella un futuro propio como sujeto de su deseo? O más bien, ¿lo toman como un objeto de satisfacción de su deseo?

Surgimiento del deseo

El deseo es un producto social porque se constituye en relación con los deseos percibidos de otros sujetos, en primer lugar el de la madre. Cuando hablamos de la madre, nos referimos a la persona que cumple la función materna.

Durante los primeros meses de vida (para garantizar la supervivencia del bebé) la madre está disponible para satisfacer todas sus necesidades. El infante está en una situación de desamparo y depende totalmente de la madre. En Psicoanálisis, la necesidad es una tensión intermitente que surge por razones puramente orgánicas y se descarga totalmente en la acción específica que le corresponde. Por ejemplo, el hambre se satisface con la acción de comer.

Cuando el bebé llora, expresa la necesidad en forma de demanda para que la madre realice una acción, al otorgarle un objeto que satisfaga esa demanda. Pero además, la presencia de la madre empieza a tomar importancia en sí misma y da una prueba de su amor. Esta doble función es el origen del deseo.

En este primer tiempo, el vínculo entre la madre y el bebé promueve la idea de unidad. Ambos se complementan, pues son cada uno es lo que colma el deseo del otro. Pero en algunas ocasiones, la madre se ausenta lo cual es experimentado por el niño como una pérdida del amor antes entregado. Esta alternancia entre presencia y ausencia, enfrenta al niño con la arbitrariedad y lo enigmático del deseo materno. Para descifrarlo, debe obtener la respuesta a la pregunta: ¿qué quiere? Para dar respuesta a esta pregunta, el/la bebé se identifica como el objeto que satisface el deseo de su madre colmando su falta. 

En un tiempo posterior esto da un giro, con la entrada del padre en la escena. Ya no ser puede ser lo que completa el deseo de la madre, sino tener un atributo que la madre desea. En cualquier caso, no lo tiene el/la bebé sino un tercero, aquel que cumple la función paterna.

¿Vivo por mis hijos(as)?

Vivo por mis hijos«Yo vivo por mis hijos(as)» es una expresión común, que sin duda tiene un sentido particular para cada individuo. Sin embargo, hay muchos padres y madres que viven para intentar hacer todo o dar todo a sus hijos(as). En un primer momento de la vida esto es necesario pero posteriormente debe darse un corte o un límite. Cuando esto falla, vemos padres o madres que continúan haciendo todo por sus hijos(as), desde darles la comida hasta completar sus tareas escolares. Los(as) hijos(as) continúan siendo dependientes de alguien más, lo cual de alguna manera obstruye su desarrollo como sujeto capaz de valerse por sí mismo.

Por otro lado, hay padres o madres que dan todo por sus hijos(as) en un intento de colmar todos sus deseos. Para ellos, no existe un «no» que ponga límites a lo que piden sus hijos(as). Y esto también tiene consecuencias, pues la vida los enfrentará con situaciones de frustración y su capacidad para manejarla será mucho menor. Pueden crecer creyendo que sus demandas siempre deben ser cumplidas y no hay nada más alejado de la realidad. 

En la relación con los hijos(as), hacer todo por ellos(as) y/o cumplir todo lo que creemos que ellos(as) desean no es vivir por ellos(as). Sin darnos cuenta, estamos viviendo sus vidas, siendo un obstáculo para el surgimiento de su deseo, su individualidad y sus capacidades. Más que decir «vivo por mis hijos», los(as) niños(as) necesitan que alguien desee para ellos(as) un porvenir individual. De lo contrario, corre la suerte de convertirse en su objeto de satisfacción incapaz de desear por sí mismo(a). En fin, un(a) hijo(a) necesita el amor de sus padres y el deseo de estos de un futuro propio como sujeto. 

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.