Muchos papás se preguntan: ¿por qué a mi hijo(a) le cuesta autocontrolarse? Esta es una pregunta válida y la respuesta va a depender de la edad, las habilidades emocionales y sociales que tenga nuestro hijo, el nivel de escolaridad y muchas cosas más.
¿Qué es el autocontrol?
El autocontrol es una habilidad que se adquiere con la práctica, con el desarrollo del niño y con el tiempo. Es compleja y algunos niños(as) tardan más que otros en adquirirla. En esta época de la inmediatez, se hace más urgente incluir dentro de los programas de educación la enseñanza de esta habilidad.
¿Por qué es importante esta habilidad? Bueno, imagínate que tu carro se queda sin batería. ¿Qué es lo primero que haces? Tratas de respirar profundo, llamas al seguro o a alguna compañía que te pueda apoyar con esto. En todo ese proceso tienes que estar calmado(a), esperar, quizás llamar para cancelar citas o reuniones y después poder seguir con tu vida.
Todo esto requiere que hagamos una planificación, mientras regulamos nuestras emociones y tomamos una decisión. Para los niños y su cerebro hacer todo esto es más complejo. Un niño, cuando carece de autocontrol puede:
Frustrarse fácilmente.
Les cuesta esperar su turno.
Habla y se para en exceso.
Hace muchas pataletas dentro de una edad que no son comunes.
Interrumpe mucho.
Esta habilidad la podemos ver más hacia los 5 – 6 años, pero no quiere decir que no se pueda entrenar desde antes.
¿Qué pasa en el cerebro de mi hijo(a)?
En la medida que los(as) niños(as) crecen se va desarrollando su cerebro e incorporando funciones más sofisticadas. Algo que adquieren son las funciones ejecutivas. Las funciones ejecutivas pueden ser definidas como las rutinas responsables de la monitorización y regulación de los procesos cognitivos durante la realización de tareas cognitivas complejas (Miyake, Friedman, Emerson, Witzki, Howerter y Wager, 2000). Las funciones ejecutivas incluyen (Anderson, 2008):
Control de impulsos y autorregulación
Flexibilidad mental
Planificación y organización
Estrategias para resolver problemas
Anticipación y desarrollo de la atención
En ocasiones, la dificultad para autocontrolarse puede estar ligada al desarrollo de algún trastorno como el Trastorno de Déficit de Atención o a situaciones de mucho estrés o ansiedad que rebasan la capacidad del entendimiento de nuestros(as) hijos(as) (divorcios, mudanzas, cambios de escuela, entre otras).
Herramientas para ayudar a mi hijo a autocontrolarse
Existen diversas acciones para ayudar a nuestro(a) hijo(a) a autocontrolarse emocionalmente. Veamos algunas:
Validar sus emociones. Es importante que los(as) niños(as) sepan que todo lo que sienten está bien. Si quieres leer más sobre esto, haz click aquí.
Ayudarlo a identificar sus emociones. Cuando los niños reconocen cómo se sienten y le pueden poner un nombre, se autorregulan más fácilmente. Por ejemplo: “Stephanie, veo que estás muy triste por no poder bajar al parque con tus amigos”.
Anticipar lo que va a pasar. Esto es muy importante si queremos que nuestros(as) hijos(as) puedan autocontrolarse en las distintas situaciones. “Stephanie, cuando este palito que está en el 3 llegue al 5 iremos a comer a casa de tu abuela”.
El semáforo. Está estrategia es una de mis favoritas. Lo único que necesitas es un cartón y papel de construcción verde, roja y amarilla. Lo armas como si fuese un semáforo y le explicas al niño(a) lo siguiente:
ROJO: Es para detenernos cuando estamos muy bravos, muy enojados o muy felices.
AMARILLO: Para pensar en qué pasó y cómo nos sentimos.
VERDE: Para decidir qué hacer.
Al principio será necesario tener el semáforo en la mano. Más adelante, después que lo haya practicado varias veces, con mencionar los colores será suficiente.
Enseñarle a los(as) niños(as) a autocontrolarse puede tomar tiempo, pero valdrá la pena. Es importante tener paciencia y respetar los ritmos de cada niño(a), porque todos son diferentes.
Mamá, papá, cuidador, criar no es una tarea fácil. Recuerda todo los días que estás haciendo lo mejor que puedes. Al leer este artículo, buscar apoyo de profesionales y decir de vez en cuando “no sé”, demuestras amor a tus hijos. Ellos lo verán más adelante.
https://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2021/05/Untitled-design-4-scaled.jpg17322560Vital Mindshttps://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2020/05/Icon-full-300x255.pngVital Minds2021-05-19 12:00:072021-10-24 15:04:20¿Por qué a mi hijo(a) le cuesta autocontrolarse?
Al hablar de sexualidad infantil, es importante considerar los trabajos de Sigmund Freud, quien a finales del siglo XIX desarrolla el Psicoanálisis. Éste surge como un método para explorar los procesos mentales inconscientes y una técnica para tratar las enfermedades mentales. Uno de sus constructos fundamentales es la relevancia de la sexualidad en la constitución del sujeto. En la época victoriana hablar de la sexualidad infantil era casi un pecado. En su obra Tres Ensayos de Teoría Sexual (1905), Freud expone cómo en ese momento la opinión popular asumía la creencia de que lo sexual falta en la infancia. Incluso en la actualidad hay personas que consideran que la sexualidad sólo se activa en la pubertad, como por arte de magia.
A partir de los trabajos de Freud, se acepta que la sexualidad está presente desde la infancia y se desarrolla hasta la edad adulta. Definitivamente, los(as) niños(as) no experimentan las pulsiones sexuales del modo en que lo hacen los adultos. Es importante conocer las bases de este desarrollo para la comprensión del ser humano y su psiquismo. Aún cuando hoy este tema sigue siendo tabú, muchos de los conceptos freudianos se han insertado en el discurso social. También, han contribuido al surgimiento de otras teorías que han sido fundamentales para comprender este proceso.
¿Qué es la sexualidad?
Es muy importante resaltar que en la teoría psicoanalítica, la sexualidad se distingue de la genitalidad. Tomemos como referencia la definición propuesta por Laplanche y Pontalis en su Diccionario de Psicoanálisis:
En la experiencia y en la teoría psicoanalíticas, la palabra sexualidad no designa solamente las actividades y el placer dependientes del funcionamiento del aparato genital, sino toda una serie de excitaciones y de actividades, existentes desde la infancia, que producen un placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental (respiración, hambre, función de excreción, etc.) y que se encuentran también a título de componentes en la forma llamada normal del amor sexual.
La sexualidad se constituye desde la infancia como la búsqueda de un placer que se apuntala en las necesidades fisiológicas pero que las sobrepasa. Freud lo ejemplifica con el chupeteo, y expone los trabajos del pediatra húngaro S. Linder. Cuando un bebé nace, su reflejo de succión existe para que pueda satisfacer la necesidad biológica de alimentarse. Además, se establece un vínculo estrecho con la madre mediante el amamantamiento, el acto de ser alimentado. Es un momento idílico entre ambos, en el cuál ella lo mira y acaricia: la primera experiencia de satisfacción.
En un mundo ideal, madre y bebé permanecerían en esta situación siempre. Sin embargo, hay componentes de la realidad que los separan por momentos. Posteriormente, el niño chupetea aún cuando no tiene hambre, buscando una experiencia similar a esa vivencia anterior. Aquellos que hayan tenido bebés o los hayan observado, habrán notado que en muchas ocasiones chupetean mientras duermen. Más adelante, algunos cuidadores primarios captan este fenómeno y le ofrecen al niño un chupete, si es que no ha encontrado su dedo pulgar primero. Esto es una manifestación de la sexualidad infantil: la búsqueda del placer en su boca aún cuando no tenga hambre.
Las zonas erógenas
Durante distintas etapas de la infancia, existen zonas del cuerpo privilegiadas en la búsqueda de ese placer que queda luego de satisfacer las necesidades fisiológicas. Freud las denominó zonas erógenas, pues son fuentes de una tensión que debe calmarse, y a la vez son el objeto o el lugar en el cual se satisface. Como mencionamos el ejemplo de la boca de donde surge el empuje a succionar, y que se colma en sí misma en el chupeteo. En este sentido, la sexualidad en el infante es auto-erótica, pues se satisface en su propio cuerpo.
Como ya mencionamos, el niño no concibe la sexualidad como lo hace un adulto. Tiene sensaciones placenteras en su cuerpo, sobre todo en áreas que por su anatomía están de cierto modo predestinadas. Es en la adolescencia donde despiertan los deseos sexuales propiamente, que van dirigidos hacia un otro. Más adelante, en la vida adulta la sexualidad estará al servicio de la reproducción, y la satisfacción de las pulsiones parciales formarán parte del acto sexual. Esto se da porque persisten en el sujeto esas formas de satisfacción de su infancia.
El desarrollo psico-sexual
En su obra, Freud propuso una serie de fases (hipotéticas) del desarrollo de la organización de la sexualidad infantil. Denominó pregenitales a las organizaciones de la sexualidad infantil en que las zonas genitales todavía no han alcanzado su papel predominante. En su obra explica que:
Normalmente, estas fases de la organización sexual se recorren sin tropiezos, delatadas apenas por algunos indicios. Sólo en casos singulares calificables como patológicos son particularmente activadas y se vuelven notables incluso a una observación superficial.
Fase oral: En el primer año de vida la alimentación es la función principal en el desarrollo del infante. Durante el mismo, el placer del bebé está ligado a la cavidad bucal y los labios, que hacen contacto con el pecho de la madre. Como presentamos anteriormente, el chupeteo ejemplifica lo que ocurre en este momento del desarrollo. Consiste en el resto de placer que queda más allá de la nutrición. Se puede observar cómo los bebés se vinculan con su entorno a través de la boca, buscando introducir en ella cualquier objeto que encuentren. El destete constituye un momento crucial en el cual se separa al bebé de esta experiencia.
Fase anal: Segunda fase del desarrollo psico-sexual que puede ubicarse aproximadamente entre los dos y los tres años. Se caracteriza por la prioridad de la zona erógena anal. Los niños están descubriendo que pueden tener cierto control sobre sus esfínteres. La madre o los cuidadores primarios esperan que el niño tenga conciencia de esta nueva habilidad, al avisar cuando quieren ir al baño. Posteriormente, se espera de ellos que puedan controlar la salida de las heces cada vez más. Es decir, postergar el momento de evacuar hasta que lleguen al baño. Este nuevo poder adquirido de controlar sus heces produce placer. Las heces en sí mismas, son un regalo (simbólico) a los cuidadores primarios quienes promueven su independencia en este aspecto.
Fase fálica: Fase que se caracteriza por la primacía del interés en los órganos genitales. Los niños en edad pre-escolar sienten curiosidad por descubrir su propio cuerpo. En ocasiones los niños pueden tocar o exhibir sus genitales, sin tener la connotación de un adulto. Además, se preguntan sobre cuestiones propias de la sexualidad como la diferencia entre los niños y las niñas, el origen de la vida, la relación de pareja entre sus padres, etc. Durante esta etapa culmina el Complejo de Edipo (que expondremos en una publicación posterior) y surgen las identificaciones de los niños por las características de los géneros masculino y femenino. Esto se puede observar en juegos de roles y el interés por diversas actividades que socialmente corresponden a un género u otro. Al finalizar esta fase, tienen más conciencia sobre el concepto de privacidad.
Período de latencia: Período comprendido durante la edad escolar, antes del comienzo de la pubertad, y que representa una etapa de pausa en la evolución de la sexualidad. Según la teoría psicoanalítica, el período de latencia tiene su origen en la declinación del complejo de Edipo. Surgen las identificaciones con los padres y el desarrollo de las sublimaciones. Es por esto que en este periodo los niños se enfocan en llevar a cabo actividades relacionadas con el aprendizaje, ya sea académico o de otras áreas como el deporte y las artes.
Fase genital: Inicia en la pubertad y está determinada por la organización de las pulsiones parciales bajo la primacía de las zonas genitales. Se pasa del autoerotismo del que hablamos en la infancia, hacia el interés sexual por un objeto u otro.
Las teorías sexuales infantiles
Los niños son curiosos por naturaleza, desde su nacimiento exploran su entorno y a sí mismos. Estos cuestionamientos varían cualitativamente en los diferentes momentos de su desarrollo. Como ya vimos, los niños pequeños se preguntan sobre aspectos relacionados con la sexualidad. Transmiten dichas cuestiones a sus padres o cuidadores primarios y también crean teorías que los ayudan a interpretarla. Freud propone las siguientes:
El enigma de la esfinge: Con respecto a la diferencia de los sexos, surge la primera teoría sexual infantil. Es el supuesto de que todos los seres humanos tienen el mismo órgano genital: el masculino. Posteriormente, ante la presencia de la realidad, se dan cuenta de que no es así. Esto ocurre cuando los niños pequeños comparan sus propios genitales con los de sus padres o algún(a) hermanito(a). De acuerdo con Freud, esta teoría sexual infantil se basa en la creencia de que todas las personas tienen pene, y que a las niñas no les ha crecido todavía.
Teorías del nacimiento: Surgen ante la llegada de un(a) hermanito(a), o cualquier embarazo de alguien cercano. La pregunta predominante es: ¿de dónde vienen los niños? Ya que durante el embarazo el vientre de la madre crece, los niños pequeños generalmente tienen la teoría de que el bebé llegó allí por algún proceso asociado con la alimentación. Los padres y cuidadores en distintas culturas buscan responder con fábulas como la cigüeña o similares.
Concepción sádica del acto sexual: Sólo en los casos en los que el niño presencia el acto sexual en una edad temprano, lo interpreta como una especie de maltrato o sometimiento. Esto puede ocurrir en situaciones en las que los padres sostienen que el infante no se entera de lo que sucede por no comprender aún lo sexual. Precisamente por no tener esa comprensión y su inmadurez en el desarrollo de la sexualidad, el niño se lo vive como un acto agresivo.
Freud apunta que estas teorías sexuales infantiles son un reflejo de la propia constitución de la sexualidad infantil. Dan cuenta de una gran comprensión, acorde con su edad, sobre los procesos sexuales. Sin embargo, luego de la primera infancia el niño renuncia a este interés de saber sobre lo sexual, y dirige sus esfuerzos a otros menesteres.
El rol de los padres: amor y límites
Esta temática de la sexualidad infantil es bastante compleja para los padres. En la actualidad se considera que es apropiado hablar con los hijos acerca de la sexualidad. La cuestión incómoda es determinar las palabras adecuadas y el momento indicado. Sobre todo, porque en nuestro mundo globalizado y tecnológico, la información está al alcance de un click. ¡Padres y madres, tranquilos! La «educación» en el aspecto sexual va más allá de las charlas sobre sexo, aunque no las excluye. A través de los cuidados y la crianza ya están contribuyendo en el desarrollo de las sexualidad de los pequeños. Vamos a abordar dos manifestaciones de este transcurso, para lo cual retomaremos el planteamiento de Freud sobre la meta de la pulsión sexual en los niños.
La meta sexual de la pulsión infantil consiste en suscitar y producir la satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona erógena que, de un modo u otro, se ha escogido. Sin embargo, vivir en sociedad nos exige a todos renunciar a la satisfacción de ciertas pulsiones. O por lo menos postergar esta satisfacción a un momento más adecuado. Los padres, como representantes de esta sociedad en el hogar, transmiten estas normas a sus hijos(s). Los(as) niños(as) desde muy temprano se encuentran con estos límites que son impuestos con todo el amor que sus padres pueden ofrecerles. Consisten en la renuncia que deben hacer los infantes a esta satisfacción de la que se han servido por un tiempo.
Ejemplo de estas renuncias son: el destete, el control de los esfínteres, la prohibición de tocar o mostrar sus genitales en público. Las madres, sin saber que esto se relaciona con el desarrollo de la sexualidad, se preguntan: ¿cuándo es el momento propicio? No hay un manual que defina esto con precisión. En la conexión con sus hijos encontrarán la respuesta. Hay un saber en la madre y en la propia fisiología del niño, sobre los momentos más o menos favorables para que se den estos hitos del desarrollo. Su logro promueve la independencia de los niños en el cuidado de su propio cuerpo. Además, apoya un desarrollo sexual y psicológico adecuado, aunque en el momento estos aspectos no parecen estar vinculados.
Hablar de sexualidad infantil
Otro aspecto que crea incertidumbre en los padres es la curiosidad de los niños sobre la sexualidad infantil. Y ahora, ¿cómo responder ante las preguntas de mi hijo(a)? Los padres y madres no quieren “meter la pata”. Les aterroriza plantar ideas sobre sexualidad en sus hijos que luego pueden crear más problemas. Sumado a esto, es incómodo hablar de sexo hasta con personas adultas. Pues otra vez, ¡calma! No existe una única respuesta para el bombardeo de preguntas que reciben los padres. Primero hay que mantener la tranquilidad e indagar de dónde surgen esas preguntas. Los padres pueden continuar esta conversación preguntándole a su hijo(a) qué piensan sobre eso. La respuesta que los padres den a sus hijos(as) deben ser honestas y sencillas. No es necesario explicar más de lo que ellos han preguntado.
Desde una edad temprana, los padres pueden inculcar en sus hijos el carácter del cuerpo como algo que se debe cuidar. Además de aspectos de salud en general, esto se refiere también a la comprensión paulatina de que los genitales son órganos privados, que no deben ser exhibidos. También, en los posible velar porque los pequeños no presencien actos sexuales que como ya hemos visto son interpretados como agresivos.
Más adelante en la pubertad y en la adolescencia, los padres pueden ser más explícitos con respecto a los procesos propios de la sexualidad. Cada familia encontrará la manera de abordar este tema de una forma satisfactoria para todos. La sexualidad es un aspecto fundamental en la constitución de la psique del sujeto. No podemos suponer que en todos los casos este transcurso de dará de forma regular o de acuerdo con lo esperado. Lo fundamental es el amor y los límites que serán el marco para el crecimiento de todo(a) niño(a).
Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.
Referencias bibliográficas:
Freud, Sigmund (1905). Obras Completas (Tomo VII), Tres Ensayos de Teoría Sexual. Amorrortu Editores.
Gómez Sánchez, Carlos. Freud y su Obra: Génesis y Constitución de la Teoría Psicoanalítica. Editorial Biblioteca Nueva. Edición 2002.
Laplanche, Jean y Jean-Bertrand Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis. Paidos. Edición 2007.
Ante la pregunta, ¿de lo presencial a la virtualidad?, lo primero que tendríamos que pensar es que la virtualidad es una necesidad ante una situación coyuntural y excepcional. Ésta que irrumpió de manera sorpresiva en el mundo humano. Los cambios que ha introducido la pandemia, particularmente en lo que respecta al encuentro cuerpo a cuerpo, nos invitan a pensar nuevas forma de relación del niño con la escuela.
Una de las alternativas sería ser flexibles y creativos ante las limitaciones e imperfecciones que suponen todo comienzo. Así como reconocer el valor que tiene el intercambio de ideas y experiencias positivas y otras no tanto, para construir un nuevo saber. Adicionalmente, a través de los vínculos podemos tramitar algo de la angustia que nos pueda ocasionar, no solamente la nueva situación de encuadre laboral. También los efectos que la pandemia trae consigo en el ámbito personal, en los económico, familiar y en la subjetividad.
A propósito de los efectos a nivel subjetivo, uno de los que comienza a ser reportado por los maestros, es la sensación de agotamiento y cansancio. Para algunos es producto de la concentración y atención que deben sostener ante la pantalla. Mientras que otros logran reconocer que dicho malestar tiene más que ver con lo enigmático de la situación. En este sentido, la flexibilidad también pasa por poder reconocer el malestar personal, así como el horror que nos produce lo no conocido. Tenemos una imagen predeterminada sobre cómo debe ser el escenario escolar. Esta imagen opera como un pre-concepto de lo que debe ser normal. Por tanto, cualquier cambio de las condiciones tradicionales nos parasen inverosímiles. Tendemos a catalogarlas como extrañas, como algo no familiar y por tanto las rechazamos porque están fuera del orden establecido.
No se trata de atenuar las dificultades a las cuales se enfrentan los docentes. Pues la modalidad de trabajo online con niños lleva implícita una serie de exigencias y restricciones. Se trata de pensar e interrogarnos sobre: cómo hacerlo y por qué lo hacemos. Ya que los métodos y técnicas que hasta ahora se han empleado donde lo presencial es prioritario, parecieran no ofrecer la posibilidad de mantener una continuidad del lazo social. Esto debería ser el foco que oriente el esfuerzo de sostener el trabajo por medio de las plataformas tecnológicas. Ya que mantener la continuidad de la vida en lo que se pueda, es una de las salidas posibles para no quedarnos presos en el discurso sobre la pandemia.
Los docentes y todos aquellos que trabajan en el ámbito escolar, no escapan a los cambios que introduce la lógica de la época. Uno de esto cambio es el que ha introducido en nuestro tiempo la pandemia, donde la tecnología es la gran protagonista. Esto invoca a pensar cómo llevar adelante la práctica educativa considerando e involucrando al niño en lo que se propone. Lo que implicaría tener una mirada más allá de lo evolutivo y de la transmisión de contenidos. Es pensar y estar atentos a cómo el niño reacciona ante el nuevo escenario. Es fundamental en este momento de enigmas y pérdidas, que el docente supongan que su encuentro con cada niño podrían ser el único espacio que él o ella tenga para hablar. Así mismo, para decir cómo vive la situación.
Por otra parte, la migración al espacio de la tecnología a la que se han visto expuestos los maestros, no sólo trae consigo la necesidad de aprender o actualizarse ante el uso de las herramientas. También se han visto empujados a desarrollar nuevos técnicas para hacerse entender y para mantener la atención de los niños. Aquí hacemos una pausa para introducir un elemento que es fundamental entre las tareas que el docente que trabaja con niños no puede dejar por fuera. Esa es la comunicación con los padres, pues de ella dependen en gran parte el éxito o el fracaso que se pueda tener ante la propuesta de la escolaridad online.
El vínculo con los padres es esencial, mantener con ellos una comunicación constante y a la vez comprensiva. Esto es necesario, pues muchos de ellos en estos momentos están sobre exigidos por las circunstancias. Los padres trabajan desde la casa, y tienen que acompañar y promover el encuentro online con el docente. Adicionalmente, deben orientar la elaboración de las tareas, tema que requeriría una revisión particular en cuanto a la cantidad de tareas que se le asignan a los niños. La responsabilidad de la transmisión de los contenidos escolares pareciera estar recayendo en gran medida en los padres.
Pero también encontramos a padres que se sienten invadidos en su intimidad. Otros reacciona de manera hostil por rivalidad con el docente cuando el niño y la niña muestran una intensa emoción, y piden ver o escuchar a su maestra. Todas estas situaciones que pueden interferir y hacer poco posible el desarrollo de la experiencia educativa online, plantean la necesidad de mantener un espacio de intercambio con los padres, pero también con el equipo de trabajo.
https://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2020/07/Canva-Photo-of-Boy-Wearing-Face-Mask.jpg427640Vital Mindshttps://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2020/05/Icon-full-300x255.pngVital Minds2020-07-29 12:00:092021-10-24 14:53:19El niño(a) y la escuela: ¿de lo presencial a la virtualidad?
Si hace un año alguien les hubiera dicho que hoy tendríamos colegios enteros enseñando a través de pantallas, ¿le hubieran creído? Desde el Jueves el 12 de Marzo de 2020 la educación en Panamá dio un giro importantísimo. Debido a la pandemia del COVID-19 todas las escuelas permanecerían cerradas por un mes. Muchas interrogantes pasaron por mi mente, sobre cómo continuaríamos la educación con este nuevo panorama.
Luego de varias reuniones nos informaron que a partir del siguiente lunes iniciaríamos con la educación online. Como ustedes ya saben, el cierre de los colegios se extendió y aún continúa. Pero ya el gobierno ha anunciado la apertura de los mismos este mes de Julio, en modalidad virtual. Después de tres meses de trabajar como psicología educativa por medio de plataformas virtuales, en base a mi experiencia les puedo compartir sobre la educación online: desafío y oportunidades. Quizás incluya más preguntas que respuesta.
La educación y la tecnología
Desafío 1: La tecnología no es accesible a todos, y cuando lo es igual puede fallar.
El primer desafío tiene que ver con la la gran pregunta: ¿cómo trasladar los modelos educativos de aulas a una plataforma de educación online? Algunos colegios en Panamá contaban con programas informáticos ya incorporados en sus actividades diarias como herramientas complementarias. Pero, ¿funcionarían estás como recursos para apoyar todo el peso de las clases? Por otro lado, muchas familias por falta de recursos no tienen acceso a aparatos electrónicos ni a Internet. Y otras que si lo tienen se ven afectados por fallas técnicas. Esto también le puede ocurrir a los maestros y personal del colegio, lo cual convierte a la educación virtual en un privilegio al cual no todos tienen acceso.
Oportunidad 1: Replantearse el uso de plataformas existentes y desarrollar nuevos recursos para enseñar.
Todos los desafíos nos llevan a reinventarnos y buscar nueva oportunidades dentro de situaciones complejas. Muchos negocios de todo tipo han tenido continuar sus operaciones de manera virtual. Pero como dije antes, nadie se imagino llevar un colegio entero de esta manera. Toco reinventarse para garantizar que la educación continuara a pesar de las circunstancias. Varios colegios internacionales diseñaron modelos a través de los cuales los estudiantes pudieran recibir asignaciones diarias que serían revisadas por sus maestras y profesores. Las mismas serían revisadas de manera individual incluyendo retroalimentación. Otros colegio panameños utilizaron los correos electrónicos para enviar a los padres tareas a realizar por los estudiantes. Las posibilidades son amplias y es responsabilidad de los profesionales a cargo de la educación buscar nuevas formas de llegar a todos los estudiantes.
Enseñar online
Desafío 2: Fatiga y agotamiento, físico y mental, en el staff educativo de los colegios.
Hablando de las plataformas, la reina por excelencia de esta pandemia es el Zoom. Tanto así que se ha convertido en un verbo al mejor estilo de Google: «Let’s zoom!» En artículos publicados recientemente expertos en bienestar laboral plantean que permanecer mucho tiempo frente a las pantallas pueden causar fatiga en los trabajadores producto de diferentes factores:
Las video llamadas requirentes más atención que las interacciones cara a cara. En estas interacciones se torna más difícil de procesar el lenguaje no verbal, como las expresiones faciales y el tono de voz.
Al estar ante las cámaras, estamos más conscientes del hecho de ser observados. Es muy difícil para las personas no estar pendientes de cómo se comportan en las cámaras y no mirarse. Tú estas mirando a las pantallas pero éstas te están mirando a ti.
Las video llamadas son un recordatorio contante de las personas a las que no podemos acercarnos durante la cuarentena. La mayoría de nuestras interacciones ocurren en diversos escenarios, pero ahora gran parte de nuestro día ocurre frente a una pantalla.
Por supuesto que la reacción ante esta situación es particular a cada sujeto, y es posible que muchos profesionales de la educación no hayan mostrado estos síntomas. Sin embargo, la mayoría de los profesionales de la educación podrían sentirse agotados a final de una jornada de educación online, mucho más que en las clases presenciales. El esfuerzo requerido para mantener la atención y promover la participación de los estudiantes es monumental. Algunas estrategias de manejo de grupo pueden utilizarse perfectamente de forma virtual, pero lleva tiempo implementarlas. Y otras simplemente no funcionan.
Oportunidad 2: Descubrir nuevas formas de enseñar y conectar con los estudiantes.
Es sorprendente la capacidad de crear que tenemos las personas. Durante los últimos tres meses he podido ver cómo muchas maestras y profesores se han dedicado en alma, vida a y corazón a aprender nuevos métodos de enseñanza para garantizar el aprendizaje de sus estudiantes. Esto no sólo implica conocer las nuevas tecnología, también utilizar su creatividad para presentar su contenido de forma que motive a cada niño, niña o adolescente del otro lado de sus pantallas.
Algunas recomendaciones para el tele-trabajo, son aplicables también a los profesionales de la educación:
Buscar un lugar apropiado en el hogar, que cuente con adecuada iluminación, ventilación y con la menor cantidad de distracciones posibles.
Organizarse de modo que la mayoría de los días, tenga una jornada laboral con horarios similares a los que tenían antes.
Tomar descansos durante la jornada laboral, en los que no estén delante de las pantallas.
Planificar actividades que le causen sensación de bienestar y que disfrute. No todo es trabajo.
Promover la colaboración entre compañeros de trabajo, apoyándose en su equipo para nuevas ideas o para apoyo, incluso emocional.
Estudiar y aprender online
Desafío 3: Poca participación y falta de motivación de los estudiantes.
Si los adultos se sientes agotado al trabajar de manera virtual, imagínense lo que pasa con los estudiantes. En los salones de clases se ponen en práctica diferentes estrategias para promover la participación de los estudiantes de modo que puedan aprender. En inglés conocido como «classroom management«, manejo de la clase. Todo esto se complica cuando el entorno en el cual los(as) chicos(as) están aprendiendo es su propia casa, con su familia al rededor y todo lo que está ocurriendo. El único contacto que tiene el estudiante con lo que fue su clase es a través de una pantalla y esto podría ser muy innovador al principio pero luego puede tornarse tedioso para ellos.
Todos los factores que mencionamos anteriormente aplica también para ellos. Las reuniones virtuales son agotadoras y requieren de mucho esfuerzo con parte de ellos. Al principio, puede ocurrir que estén más pendientes de su entorno inmediato que de las clases, apaguen sus cámaras, jueguen con la pantalla, etc. Implementar la estrategias de manejo del salón y que sean efectivas no será tarea fácil.
Oportunidad 3: Resiliencia por parte de los estudiantes.
Para mi sorpresa, una gran cantidad de niños han podido encontrar un lugar en la educación online. Ha sido difícil al principios, ha costado aceptar que ésta es nuestra realidad, en muchos casos. Pero una gran cantidad de los estudiantes están mostrando resiliencia, es decir, en la capacidad de superar las adversidades. A pesar de las circunstancias muchos niños están pasando a otra fase en la cual muestran más aceptación por lo que está ocurriendo. Aún no les gusta la idea de no asistir al colegio, pero demuestran una actitud más receptiva por aprender independientemente del modo en que se presenten las clases.
Para que esto suceda, entran en juego algunas variables, entre ellas:
El interés del niños por aprender y su presencia por algunas actividades.
Contar con un espacio adecuado con la menor cantidad de distracciones posibles.
Mantener una estructura en sus hábitos de sueño y alimentación que le permitan tener más energía.
Tener momentos de esparcimiento y juego libre, ya sea dentro de casa o al aire libre si se puede.
Contar con espacios para expresar y procesar sus emociones de forma segura.
El rol de las familias en la educación online
Desafío 4: Muchos padres se sienten frustrados porque no puede ayudar a sus hijos(as) con los estudios.
En el mejor de los casos, a los padres le ha tocado ponerse diferentes sombreros en esta cuarentena. Muchos de ellos continúan sus responsabilidades laborales por medio del tele-trabajo, mientras que deben encargarse de las tareas del hogar y apoyar en la educación online de sus hijos. La mayoría de ellos no tienen idea de cómo ayudarlos con las nuevas tecnología, sin contar que algunos tienen más de un hijo. Una frase escuchada comúnmente en estos días es: «Yo no estudié para ser maestra(o)». En el peor de los casos muchos padres han perdido sus trabajos o mantienen contratos de trabajo suspendido, por lo que los niveles de estrés han aumentado considerablemente. Los hijos son receptores de todas estas emociones que experimentan sus padres y muchas veces también lo manifiestan. Cuando algún estudiante esté presentando problemas, una de las primera preguntas a hacer es sobre la situación de la familia.
Oportunidad 4: Muchas familias se han unido más porque los padres participan más activamente en la educación de sus hijos.
La otra cara de esta moneda, al igual que la resiliencia en muchos estudiantes, me ha sorprendido para bien. Durante estos meses de educación online, muchos padres se han involucrado muy de cerca en el proceso de sus hijos. Para participar en las clases y ayudarlos lo mejor que puedan. Lo importante es encontrar un balance entre apoyarlos académicamente y darles independencia en su proceso de aprendizaje. Principalmente porque eventualmente van a regresar al colegio y no contarán con los padres para que les ayuden en todo.
Para las familias es sumamente importante mantener una comunicación abierta con todos los miembros. Para así crear espacios donde todos pueden expresar sus emociones de manera segura. Los padres no se olviden que su bienestar emocional es la base del funcionamiento de su familia. Esto no implica que tengan que bloquear sus emociones para no transmitir ansiedad o tristeza. Mas bien estar conscientes de que deben cuidad de su salud mental también, manteniendo una estructura y dentro de la misma permitir oportunidades para realizar actividades que les hagan bien. Propiciar encuentros virtuales con personas de su familia o amigos para contar con esa red de apoyo tan importante para sentirse acompañado.
Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.
https://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2020/07/Canva-Little-Girl-Taking-Online-Classes-scaled.jpg17082560Vital Mindshttps://vitalmindsweb.com/wp-content/uploads/2020/05/Icon-full-300x255.pngVital Minds2020-07-01 14:00:312021-10-24 14:30:38Educación online: desafíos y oportunidades