Metas

De los sueños a las metas

Metas¡Se acabó el 2020! El fin de cada año trae consigo una serie de reflexiones sobre lo que quedó atrás, y nuevas metas para los próximos doce meses. A pesar de toda la incertidumbre a la que nos hemos enfrentado recientemente, el 2021 no es la excepción. La cruda verdad es que la incertidumbre siempre ha estado entre nosotros, aunque ahora por ser momentos de crisis no podamos ignorarla.Estamos en medio de una pandemia, es posible que no hayamos logrado muchos de los propósitos que manifestamos al inicio del año. Esto puede estar generando mucha frustración y desesperanza para lo que nos espera en el siguiente ciclo. Sin embargo, sentir que hemos fracasado de alguna manera, no implica que dejemos de lado nuestros objetivos. Te compartimos algunos puntos de reflexión importantes al momento de determinar estas metas.

Situación actual: ¿dónde estoy ahora?

Cualquier momento del año es adecuado para hacer introspección, al observarse y escucharse a uno(a) mismo(a). Como mencionamos, el concepto del fin de año implica una percepción de cierre y de un nuevo comienzo. Este inicio no es de cero, pues ya hay un camino que hemos recorrido. Al establecer nuevas metas es importante tener cierta claridad con respecto a nuestra situación actual en distintos aspectos de nuestra vida:

  • ¿Cuáles han sido nuestros logros y fracasos al día de hoy?
  • ¿Cuáles son algunos obstáculos que hemos encontrado?
  • ¿Cuáles son las áreas de oportunidad para avanzar?

Partiendo de lo anterior, es importante definir las prioridades. Las áreas que consideramos importantes y sobre las cuales queremos tomar acción, ya sea para desarrollarlas o cambiarlas. Las prioridades varían en distintos momentos de la vida, e identificarlas será la brújula que guíe el resto del proceso.

Sueños y propósito por redescubrir

MetasUna vez que tiene una idea de tu situación actual, considera aquello que quisieras lograr o hacer. Como el dicho lo dice: “sueña en grande”. Algo que vaya alineado con tus prioridades actuales, y en el mejor de los casos con un propósito que de alguna manera te aporte a ti  y/o a los demás. Esto se puede relacionar con aquello que consideres tu visión, una proyección de lo que quieres lograr a largo plazo y que tenga un impacto en la sociedad. A veces idealizamos esta concepción, creyendo que debemos convertirnos en superhéroes, salvar el planeta de x o y peligro. Pero cualquier contribución que hagan por pequeña que sea hace una diferencia.

Siempre hay cabida para la reflexión, sobre qué está detrás de mis sueños y propósitos. Si estos surgen basados en inseguridades o comparaciones con otros, o si están basados en algo que te inspire o que te apasiones. Descubrir esto quizás tome tiempo, ya que el proceso no es lineal siempre se puede volver a ese lugar de cuestionamiento propio. En muchos casos, hay personas que tienen muy claro sus sueños y aún así no los llevan a la acción.

Estableciendo metas: ¿qué quiero lograr?

Para no quedarnos en las nubes y con sueños incumplidos, hay que bajarlos a la tierra, estableciendo metas. Una opción es preguntarse ¿cuáles son los pasos que debo tomar para alcanzar ese objetivo? Al hacer esto construimos metas que nos permitirán tener pequeños logros que podemos celebrar. Una guía excelente para evaluar nuestras metas es el método SMART (inteligentes) por sus siglas en inglés. Al establecer una meta podemos considerar que se:

  • Específica
  • Medible (no sólo en números)
  • Alcanzable
  • Relevante
  • En un periodo de tiempo

MetasPor ejemplo, digamos que hoy quieres cambiar tu estilo de vida por uno más saludable. Sabemos que algo muy importante para mejorar la salud es tomar agua. Si la meta es establecemos es “tomar más agua” no llegaríamos a ningún lado. Una meta inteligente alineada con ese sueño de tener un estilo de vida más saludable es: tomar 8 vasos de agua diarios. Es específica porque sabemos la acción que debemos tomar para cumplirlo, se puede medir en la cantidad de vasos de agua, es alcanzable pues es lo que se espera que tome un adulto, es relevante para la salud física y el periodo de tiempo es cada día. El ejemplo anterior es bastante sencillo y hay otras áreas de la vida que no se pueden medir de esa manera. También es posible utilizar otros criterios para “medir” que no sean numéricos.

Actuar: ¿Qué necesito para lograrlo?

Quizás para lograr alguna de mis metas sean necesarias ciertas habilidades, y otras se pueden irse desarrollando en el camino. Se vale pedir ayuda de otras personas que consideres cuentan con el conocimiento, la experiencia o habilidad en eso que quieres alcanzar. Lo importante es no esperar el momento ideal en el cual se cuente con todo lo necesario, para evitar quedarnos estancados por nuestras propias inseguridades.

Determina una estrategia, es decir, las acciones planificadas sistemáticamente en el tiempo para llevar a cabo tu objetivo. Define estas acciones y procurar tener disciplina al realizarlas. La motivación es importante pero cambiante. Si programamos en nuestra agenda estas acciones específicas y tenemos constancia, es más probable que logremos los resultados esperados.

Apreciar el proceso de lograr tus metas

MetasUna vez tengamos una estructura en cuanto a nuestras nuevas metas, es enriquecedor apreciar y disfrutar el proceso, independientemente de que hayamos logrado nuestra meta aún o no. Si nos aferramos al resultado, el recorrido puede producir mucha frustración, principalmente en tiempos de tanta incertidumbre. Es posible que encontremos obstáculos y dificultades. En ese caso, ser flexibles nos permitirá sobrellevar dichos problemas para avanzar. Si nuestras metas están alineadas con un propósito más amplio, es más viable que podamos mantener el entusiasmo y la disciplina.

Celebra cada paso que vayas dando en la dirección que quieres. Muchas veces somos exigentes con nosotros(as) mismos(as). Nos comparamos con los resultados de los demás, y no tenemos idea lo que les ha tomado llegar hasta allí. Honra tu propio proceso, ten compasión contigo mismo(a), aprende de los fracasos y echa pa’lante. Ya sea que lo hagas a inicios de año o no, que estas reflexiones sirvan para pensar con más profundidad en tus metas.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

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