El papel del juego en el desarrollo infantil
Los recuerdos más felices que tengo de mi infancia se relacionan con las interminables horas de juego con mis primos. Algunas veces pretendíamos ser astronautas con la misión de viajar al espacio sideral. Construíamos nuestra nave espacial con los muebles de la terraza y sábanas que encontrábamos en la lavandería. Una vez terminada, entrabamos por la puerta y gateábamos por los estrechos pasillos hasta llegar a la cabina principal. En ciertas ocasiones, el viaje terminaba antes de despegar, cuando escuchábamos el llamado de algún extraterrestre, o sea alguno de nuestros padres. Es hora de ir a casa, el juego ha terminado por hoy. El juego y el desarrollo infantil van de la mano y en este post compartiremos sobre esto.
El concepto de jugar
Jugar es una experiencia propia del ser humano, que surge desde la más temprana infancia. Existen muchas definiciones del fenómenos lúdico, que confluyen en su mayoría en las siguientes características:
- El juego es una actividad recreativa y que causa algún tipo de satisfacción en quien la realiza.
- Durante la misma se crea una nueva realidad (imaginaria), que surge en la espontaneidad del momento en que se realiza.
- Se hace uso de la imaginación y de la fantasía, para representar y tramitar simbólicamente aspectos de la vida cotidiana.
- La finalidad es la propia acción de jugar, por lo que no hay posibilidad de fracaso.
- En ocasiones, es el resultados de acuerdos entre los que juegan para determinar sus reglas.
Del mismo modo, muchos sociólogos y psicólogos se han interesado por la observación e interpretación del juego, poniendo atención a diversos aspectos del mismo. El conocido por mis lectores que me inclino por la teoría psicoanalítica lacaniana. Sin embargo, en esta ocasión me gustaría exponer algunas otras concepciones relevantes para comprender las funciones que cumple el juego en el desarrollo infantil.
El juego y desarrollo infantil social
La socióloga estadounidense Mildred Parten fue la primera en realizar estudios extensivos acerca del juego en los niños entre dos y cinco años de edad. De acuerdo con sus hallazgos, los niños de paulatinamente van incrementando las interacciones sociales en el juego. En 1929, Parten completa su tesis doctoral en la cual desarrolla su teoría de las seis etapas del juego en los niños, de acuerdo con el grado de interacción con los demás.
- Comportamiento libre: Esto ocurre cuando el infante no juega aún, sólo explora su entorno. Puede estar parado en un lugar o realizando movimientos aleatorios. Puede tomar los objetos con las manos y agitarlos, o introducirlos en su boca. Un ejemplo, es el juego que inician los adultos en el cual se tapan la cara o se aleja del perímetro visual del infante, mientras que éste los busca con la mirada. Luego el niño puede reproducir la acción de “esconderse” tapándose la cara.
- Juego solitario: Se da cuando el niño está solo y se enfoca únicamente en la actividad que él realiza. No muestra interés o no es consciente de lo que otros hacen. Es más común en niños entre los dos y tres años de edad, en comparación con niños mayores. Es muy frecuente que se den los juegos repetitivos, como llenar y vaciar repetidamente una cubeta con bloques de madera. Otro ejemplo de este juego es lanzar un objeto y encontrarlo.
- Juego del espectador: Sucede cuando el niño observa a otros jugar pero no participa. Puede involucrarse en otras formas de interacción social, así como conversar sobre el juego, sin unirse realmente al mismo. Este tipo de actividad también es más común en niños pequeños.
- Juego paralelo: Transcurre cuando el niños juega separado de otros pero a la vez cerca de ellos, imitando sus acciones. Esta etapa se constituye en una suerte de transición entre el formas de juego más solitarias, a otras formas de juego que involucran la interacción con otros.
- Juego asociativo: Se da cuando el niño está interesado en jugar con otras personas pero no en coordinar sus actividades con las de esas personas. También consiste en las formas de juego donde no hay actividades organizadas. Se observa más interacción con los demás, pero las actividades no están en sintonía. Puede ser que compartan materiales.
- Juego cooperativo: Surge cuando el niño está interesado en jugar con otros y en las actividades que ellos realizan. Generalmente dichas actividades están organizadas y los participantes tienen roles. Usualmente se da en niños en edad escolar.
El juego y el desarrollo de las funciones cognoscitivas
El psicólogo suizo Jean Piaget estudia el juego desde la corriente estructuralista. Propone que el juego forma parte de las habilidades cognitivas del niño, porque representa la asimilación de la realidad según cada etapa del desarrollo. Piaget asocia tres estructuras básicas del juego de acuerdo con el desarrollo de dichas funciones cognoscitivas.
- Juego de ejercicio: Son propios del estadio sensorio-motor, y por tanto de los primeros dos años de vida. Consisten en repetir una y otra vez una acción, por el placer de obtener una satisfacción inmediata.
- Juego simbólico: Se da entre los dos y los siete años de edad. Consiste en simular situaciones, objetos y personajes que no están presentes en el momento del juego. Permite a los niños asimilar el entorno que les rodea, aprender los roles de la sociedad, desarrollar el lenguaje y favoreces la creatividad.
- Juego reglado: Los juegos con reglas no se limitan a los juegos colectivos, como en los deportes o juegos de mesa. En los demás tipos de juegos también existen reglas que pueden ser implícitas o explícitas. Las mismas determinan lo que se espera de quienes participan en el juego.
El juego y el inconsciente
Desde el psicoanálisis, se entiende que juego constituye una forma genuina y privilegiada de expresión del inconsciente en los niños. En su obra Más Allá del Principio del Placer (1920) Sigmund Freud comentó sobre el juego infantil de uno de sus nietos de año y medio de edad. El Fort-Da consiste en lanzar un objeto pequeño a un rincón de la habitación o debajo de la cama haciendo un sonido que tanto la madre como Freud coincidían en que su significado era fort o fuera. En otras ocasiones repetía el juego con un carretel de madera, que tenía una cuerda con la que lo lanzaba y lo hacía volver emitiendo la palabra da que significa aquí.
Después de observarlo durante un tiempo, Freud concluyó que el pequeño repetía un escenario que no es agradable para él: la partida de la madre. Empero, ahora el niño tomaba papel activo, en una vivencia donde fue pasivo. Aunque sea revivir una experiencia dolorosa, va conectada a la ganancia de un placer de otra índole.
Freud reconoció la importancia del juego como vía para acceder al inconsciente, sin embargo no lo desarrolló profundamente en su teoría. Fueron sus sucesoras, Anna Freud y Melanie Klein quienes tomaron la batuta en el estudio del Psicoanálisis en el trabajo terapéutico con niños. Sin ahondar en dichas disputas teóricas, se considera que el juego tiene una importancia intrínseca, más allá de un dispositivo propuesto por alguna concepción en particular. El niño que juega va introyectando el entorno a su psiquismo, mientras que va insertándose él en este entorno. A través del juego el niño experimenta situaciones placenteras, expresa sus emociones más profundas, elabora circunstancias difíciles de tramitar de otro modo, y pone en marcha el proceso creativo.
El juego en la actualidad
Cuando un niño no juega o su juego se considera extraño, es una alerta de que algo puede estar sucediendo con éste niño. Pero qué ocurre cuando la sociedad promueve la aniquilación del juego como vehículo de creación y tramitación de los conflictos. La tecnología puede ser beneficiosa para el aprendizaje de los niños. Sin embargo, cuando su uso comienza en etapas muy tempranas merman el despliegue del interés natural por jugar.
Como hemos visto, el juego cumple brinda aportaciones en las diferentes áreas del desarrollo infantil:
- Desarrollo motor: Estimula el desarrollo de la motricidad gruesa, fina y viso-motora, pues es la fuerza que impulsa la realización de la acción deseada por medio de movimientos y la coordinación de los mismos.
- Desarrollo emocional: A través del juego, el niño puede tramitar situaciones conflictivas. Presta sus sentimientos y emociones relacionados con personas significativas y situaciones, para expresarlos en un rol más activo, distinto al rol pasivo que juegan en el entorno real.
- Desarrollo cognitivo: Pone en marcha las habilidades cognitivas, que le permiten comprender su entorno, desarrollar el pensamiento y la creatividad.
- Desarrollo social: A través del mismo se relacionan con los demás, surge la empatía, comunicación, solución de conflictos y la reciprocidad, entre otros.
Los padres, maestros y cualquier persona que esté en contacto constante con niños debe comprende la relevancia del juego en el desarrollo infantil, y propiciar las oportunidades que permitirán al niño la posibilidad del juego libre, imaginativo, creativo, que le permita experimentar su realidad y expresar sus emociones.
Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.
Referencias bibliográficas:
- FREUD, Sigmund (1920). Obras Completas: Más Allá del Principio del Placer. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.