Educación online: desafíos y oportunidades
Si hace un año alguien les hubiera dicho que hoy tendríamos colegios enteros enseñando a través de pantallas, ¿le hubieran creído? Desde el Jueves el 12 de Marzo de 2020 la educación en Panamá dio un giro importantísimo. Debido a la pandemia del COVID-19 todas las escuelas permanecerían cerradas por un mes. Muchas interrogantes pasaron por mi mente, sobre cómo continuaríamos la educación con este nuevo panorama.
Luego de varias reuniones nos informaron que a partir del siguiente lunes iniciaríamos con la educación online. Como ustedes ya saben, el cierre de los colegios se extendió y aún continúa. Pero ya el gobierno ha anunciado la apertura de los mismos este mes de Julio, en modalidad virtual. Después de tres meses de trabajar como psicología educativa por medio de plataformas virtuales, en base a mi experiencia les puedo compartir sobre la educación online: desafío y oportunidades. Quizás incluya más preguntas que respuesta.
La educación y la tecnología
Desafío 1: La tecnología no es accesible a todos, y cuando lo es igual puede fallar.
El primer desafío tiene que ver con la la gran pregunta: ¿cómo trasladar los modelos educativos de aulas a una plataforma de educación online? Algunos colegios en Panamá contaban con programas informáticos ya incorporados en sus actividades diarias como herramientas complementarias. Pero, ¿funcionarían estás como recursos para apoyar todo el peso de las clases? Por otro lado, muchas familias por falta de recursos no tienen acceso a aparatos electrónicos ni a Internet. Y otras que si lo tienen se ven afectados por fallas técnicas. Esto también le puede ocurrir a los maestros y personal del colegio, lo cual convierte a la educación virtual en un privilegio al cual no todos tienen acceso.
Oportunidad 1: Replantearse el uso de plataformas existentes y desarrollar nuevos recursos para enseñar.
Todos los desafíos nos llevan a reinventarnos y buscar nueva oportunidades dentro de situaciones complejas. Muchos negocios de todo tipo han tenido continuar sus operaciones de manera virtual. Pero como dije antes, nadie se imagino llevar un colegio entero de esta manera. Toco reinventarse para garantizar que la educación continuara a pesar de las circunstancias. Varios colegios internacionales diseñaron modelos a través de los cuales los estudiantes pudieran recibir asignaciones diarias que serían revisadas por sus maestras y profesores. Las mismas serían revisadas de manera individual incluyendo retroalimentación. Otros colegio panameños utilizaron los correos electrónicos para enviar a los padres tareas a realizar por los estudiantes. Las posibilidades son amplias y es responsabilidad de los profesionales a cargo de la educación buscar nuevas formas de llegar a todos los estudiantes.
Enseñar online
Desafío 2: Fatiga y agotamiento, físico y mental, en el staff educativo de los colegios.
Hablando de las plataformas, la reina por excelencia de esta pandemia es el Zoom. Tanto así que se ha convertido en un verbo al mejor estilo de Google: «Let’s zoom!» En artículos publicados recientemente expertos en bienestar laboral plantean que permanecer mucho tiempo frente a las pantallas pueden causar fatiga en los trabajadores producto de diferentes factores:
- Las video llamadas requirentes más atención que las interacciones cara a cara. En estas interacciones se torna más difícil de procesar el lenguaje no verbal, como las expresiones faciales y el tono de voz.
- Al estar ante las cámaras, estamos más conscientes del hecho de ser observados. Es muy difícil para las personas no estar pendientes de cómo se comportan en las cámaras y no mirarse. Tú estas mirando a las pantallas pero éstas te están mirando a ti.
- Las video llamadas son un recordatorio contante de las personas a las que no podemos acercarnos durante la cuarentena. La mayoría de nuestras interacciones ocurren en diversos escenarios, pero ahora gran parte de nuestro día ocurre frente a una pantalla.
Por supuesto que la reacción ante esta situación es particular a cada sujeto, y es posible que muchos profesionales de la educación no hayan mostrado estos síntomas. Sin embargo, la mayoría de los profesionales de la educación podrían sentirse agotados a final de una jornada de educación online, mucho más que en las clases presenciales. El esfuerzo requerido para mantener la atención y promover la participación de los estudiantes es monumental. Algunas estrategias de manejo de grupo pueden utilizarse perfectamente de forma virtual, pero lleva tiempo implementarlas. Y otras simplemente no funcionan.
Oportunidad 2: Descubrir nuevas formas de enseñar y conectar con los estudiantes.
Es sorprendente la capacidad de crear que tenemos las personas. Durante los últimos tres meses he podido ver cómo muchas maestras y profesores se han dedicado en alma, vida a y corazón a aprender nuevos métodos de enseñanza para garantizar el aprendizaje de sus estudiantes. Esto no sólo implica conocer las nuevas tecnología, también utilizar su creatividad para presentar su contenido de forma que motive a cada niño, niña o adolescente del otro lado de sus pantallas.
Algunas recomendaciones para el tele-trabajo, son aplicables también a los profesionales de la educación:
- Buscar un lugar apropiado en el hogar, que cuente con adecuada iluminación, ventilación y con la menor cantidad de distracciones posibles.
- Organizarse de modo que la mayoría de los días, tenga una jornada laboral con horarios similares a los que tenían antes.
- Tomar descansos durante la jornada laboral, en los que no estén delante de las pantallas.
- Planificar actividades que le causen sensación de bienestar y que disfrute. No todo es trabajo.
- Promover la colaboración entre compañeros de trabajo, apoyándose en su equipo para nuevas ideas o para apoyo, incluso emocional.
Estudiar y aprender online
Desafío 3: Poca participación y falta de motivación de los estudiantes.
Si los adultos se sientes agotado al trabajar de manera virtual, imagínense lo que pasa con los estudiantes. En los salones de clases se ponen en práctica diferentes estrategias para promover la participación de los estudiantes de modo que puedan aprender. En inglés conocido como «classroom management«, manejo de la clase. Todo esto se complica cuando el entorno en el cual los(as) chicos(as) están aprendiendo es su propia casa, con su familia al rededor y todo lo que está ocurriendo. El único contacto que tiene el estudiante con lo que fue su clase es a través de una pantalla y esto podría ser muy innovador al principio pero luego puede tornarse tedioso para ellos.
Todos los factores que mencionamos anteriormente aplica también para ellos. Las reuniones virtuales son agotadoras y requieren de mucho esfuerzo con parte de ellos. Al principio, puede ocurrir que estén más pendientes de su entorno inmediato que de las clases, apaguen sus cámaras, jueguen con la pantalla, etc. Implementar la estrategias de manejo del salón y que sean efectivas no será tarea fácil.
Oportunidad 3: Resiliencia por parte de los estudiantes.
Para mi sorpresa, una gran cantidad de niños han podido encontrar un lugar en la educación online. Ha sido difícil al principios, ha costado aceptar que ésta es nuestra realidad, en muchos casos. Pero una gran cantidad de los estudiantes están mostrando resiliencia, es decir, en la capacidad de superar las adversidades. A pesar de las circunstancias muchos niños están pasando a otra fase en la cual muestran más aceptación por lo que está ocurriendo. Aún no les gusta la idea de no asistir al colegio, pero demuestran una actitud más receptiva por aprender independientemente del modo en que se presenten las clases.
Para que esto suceda, entran en juego algunas variables, entre ellas:
- El interés del niños por aprender y su presencia por algunas actividades.
- Contar con un espacio adecuado con la menor cantidad de distracciones posibles.
- Mantener una estructura en sus hábitos de sueño y alimentación que le permitan tener más energía.
- Tener momentos de esparcimiento y juego libre, ya sea dentro de casa o al aire libre si se puede.
- Contar con espacios para expresar y procesar sus emociones de forma segura.
El rol de las familias en la educación online
Desafío 4: Muchos padres se sienten frustrados porque no puede ayudar a sus hijos(as) con los estudios.
En el mejor de los casos, a los padres le ha tocado ponerse diferentes sombreros en esta cuarentena. Muchos de ellos continúan sus responsabilidades laborales por medio del tele-trabajo, mientras que deben encargarse de las tareas del hogar y apoyar en la educación online de sus hijos. La mayoría de ellos no tienen idea de cómo ayudarlos con las nuevas tecnología, sin contar que algunos tienen más de un hijo. Una frase escuchada comúnmente en estos días es: «Yo no estudié para ser maestra(o)». En el peor de los casos muchos padres han perdido sus trabajos o mantienen contratos de trabajo suspendido, por lo que los niveles de estrés han aumentado considerablemente. Los hijos son receptores de todas estas emociones que experimentan sus padres y muchas veces también lo manifiestan. Cuando algún estudiante esté presentando problemas, una de las primera preguntas a hacer es sobre la situación de la familia.
Oportunidad 4: Muchas familias se han unido más porque los padres participan más activamente en la educación de sus hijos.
La otra cara de esta moneda, al igual que la resiliencia en muchos estudiantes, me ha sorprendido para bien. Durante estos meses de educación online, muchos padres se han involucrado muy de cerca en el proceso de sus hijos. Para participar en las clases y ayudarlos lo mejor que puedan. Lo importante es encontrar un balance entre apoyarlos académicamente y darles independencia en su proceso de aprendizaje. Principalmente porque eventualmente van a regresar al colegio y no contarán con los padres para que les ayuden en todo.
Para las familias es sumamente importante mantener una comunicación abierta con todos los miembros. Para así crear espacios donde todos pueden expresar sus emociones de manera segura. Los padres no se olviden que su bienestar emocional es la base del funcionamiento de su familia. Esto no implica que tengan que bloquear sus emociones para no transmitir ansiedad o tristeza. Mas bien estar conscientes de que deben cuidad de su salud mental también, manteniendo una estructura y dentro de la misma permitir oportunidades para realizar actividades que les hagan bien. Propiciar encuentros virtuales con personas de su familia o amigos para contar con esa red de apoyo tan importante para sentirse acompañado.