Pataleta

Las pataletas: ¿qué son y cómo prevenirlas?

PataletasUna madre está preocupada por las constantes e intensas pataletas de su hija de 5 años. “¿Cómo una niña de esa corta edad puede tener ese carácter?”, se cuestionaba con desesperación y desconcierto. Esta niña ha tenido dificultades en el pre-escolar debido a intensas y frecuentes pataletas. La impotencia y frustración que podía sentir era compartida por su madre, quien sentía carecer del saber-hacer necesario para calmarla.

¿Cuántos padres se pueden identificar con esta historia? No es fácil verlos berrear y patalear en un restaurante porque quieren un dulce. También ocurren en el hogar, pues se niegan a dormir cuando sus padres le indican, o seguir rutinas. Para empezar, los pataletas son un fenómeno habitual en la infancia.

 ¿Por qué surgen las pataletas?

Las pataletas son de las primeras expresiones de autonomía de los(as) niños(as). Ellos(as) necesitan probar su voluntad y reafirmar su individualidad. Es un proceso muy similar al que ocurre posteriormente en la adolescencia. Usualmente aparecen cuando los niños empiezan a caminar. En ese momento, la expresión de los afectos aún no pasa del todo a través del lenguaje. Las mismas son frecuentes hasta aproximadamente los tres años de edad. Aunque esto puede variar de un niño a otro.

Según Aletha Solter la mayoría de las situaciones que pueden desencadenar una rabieta se clasifican en tres tipos:

  • El infante tiene una necesidad básica (hambre, sed, sueño) que no se puede satisfacer en el momento.
  • El niño cuenta con información insuficiente o errónea sobre la situación en la que se encuentra.
  • El infante necesita descargar tensiones, miedos o frustraciones, que pueden estar relacionadas directamente o no con el evento actual.

En edades tempranas, los niños no presentan una pataleta con el objetivo de molestar o manipular a los padres. Es una de las varias formas que puede tomar la expresión de ciertas emociones en ese momento de su desarrollo. 

Pataletas en niños mayores

Pataleta

Pero qué ocurre en el caso de niños(as) como el caso expuesto anteriormente, quienes se acercan a los cinco años y continúan con sus potentes berrinches. Generalmente, se debe tomar en cuenta se debe a otras causas y se debe considerar el caso por caso. Se debe estar atentos a las siguientes circunstancias:

  • Cambios significativos en la vida del niño, como mudanzas, nacimiento de hermanos, pérdidas, problemas familiar o económicos. En estas situaciones, el niño puede presentar una regresión a un estado anterior ya superado.
  • Poca experiencia de los padres para controlar los episodios y establecer límites claros.
  • Por medio de las rabietas los niños pueden obtener una gratificación inmediata, que no tendrían de otro modo. Pues se les dificulta tolerar las frustraciones diarias.
  • Dificultad para manejar el ímpetu de sus afectos, y/o para expresar en palabras lo que les ocurre.

Es importante observar la frecuencia con la que ocurren los incidentes, y el nivel de intensidad de los mismos. Es posible que un niño tenga pataletas esporádicas pero muy intensas. En algunos casos, los niños pueden hacerse daño. También puede presentar reacciones física que afecten el otras funciones como: la dificultad para respirar y/o el poco control de los esfínteres.

¿Cómo podemos manejar una pataleta?

PataletasEs importante este subtítulo, pues en ocasiones no existe un método para manejar las pataleta en todos los niños. Hay que tratar una pataleta a la vez, aunque se pueden hacer algunas recomendaciones generales.

Lo primero es conservar la calma durante el episodio. Puede ser complicado en cada situación pues como adultos también contamos con situaciones estrenaste fuera del hogar. Sin embargo, esto es primordial en el manejo de las pataletas. Si el adulto también se exalta ante su propia frustración, podría decir o hacer cosas que afecten el vínculo con el niño. Además, es muy probable que el berrinche no se extinga.

La mejor estrategia, aunque no lo parezca, es prestarle la menor atención posible. Al reflejarle al niño más frustración e ira de la que ya siente, la situación irá escalando en intensidad. Se debe tener precaución y comprobar que no corra peligro, se le puede brindar el espacio de que pueda calmarse por sí mismo.

Pregúntese si el motivo de la pataleta puede ser comprensible. Considere el nivel de desarrollo del niño y el problema que enfrenta. Aclárele que aunque usted comprende que es difícil por lo que está pasando, hay otras maneras de expresar lo que siente. En algunos casos, funciona abrazarlas y decirles alguna palabra sencilla que los ayude a calmarse, o devolverles en palabras lo que cree que le puede estar pasando.

La importancia del lenguage

PataletasEs recomendable no ceder, salvo en casos particulares que lo ameritan. La gratificación que obtendrá al explotar de esa manera enviará el mensaje equivocado. Más adelante será quizás el único, o uno de los pocos, mecanismos que tenga el sujeto para hacer su voluntad. Algo muy común en la actualidad, es la utilización de aparatos tecnológicos como consoladores en casos de berrinches.

Sin embargo esto, al igual que ceder, constituye una gratificación inmediata que puede prolongar la aparición de estas conductas. No interviene la palabra y la expresión de los afectos a través del lenguaje, en ninguna de los dos casos. Y ese será el único, o uno de los pocos mecanismos con los que contará el individuo para lidiar con las frustraciones de la vida.

Luego de que el niño ha podido calmarse un poco, es posible tener esa conversación. Se le puede decir que le avise cuando se le pase. Entonces será posible una exploración de lo sucedido. Se debe evitar nombrar al niño con etiquetas con las que luego pueda identificarse. Reforzarle el amor de los padres a pesar de estar enojados con el niño es crucial.

Auto-evaluación de los Padres

En el libro ¿Quién dijo que era fácil ser padres?, de Eva Milicic y Soledad López de Lérida se incluyen algunas preguntas para reflexionar sobre el tema:

  • ¿Le presto suficiente atención a mi hijo(a) cuando está simpático(a) o de buen humor?
  • ¿Conservo el control cuando el/la niño(a) presenta una rabieta?
  • ¿Soy un modelo suficientemente bueno de reacción frente a la frustración?
  • ¿Lo(a) expongo(a) a situaciones muy frustrante con frecuencia?
  • ¿Me pregunto cuál es el origen de la pataleta antes de actuar?
  • ¿Le digo cosas muy negativas sobre su carácter cuando tiene una pataleta?
  • ¿Se sentirá el/la niño(a) suficientemente satisfecho en sus necesidades de atención y afecto?

Pensar sobre estas preguntas en el día de día de los niños puede conducir a un mayor nivel de comprensión y a desenlaces muy distintos para el niño y los padres.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias Bibliográficas:

  • Knobel Freud, Joseph. El Reto de Ser Padres. Ediciones B. Edición 2013.
  • Milicic, Neva y Soledad López de Lérida. ¿Quién dijo que Era Fácil Ser Padres?. Editorial Paidós. Edición 2013.
Relaciones e identidad

Relaciones interpersonales e identidad personal

En las relaciones interpersonales, demostramos afecto y ponemos en evidencia nuestras habilidades como seres humanos sociales. Además, movilizamos energía emocional y mental que va arraigada en nuestra narrativa.

Relaciones interpersonalesEn este intercambio de narrativas que se da en las relaciones interpersonales, salen a relucir manifestaciones implícitas, invisibles y únicas de cada quién. Éstas se dan en forma de diálogo o acciones. Debido a esto, surge esa conexión irrepetible entre personas, perspectivas sobre lo que vamos internalizando. Lo cual involucra cómo es el otro y cómo nos sentimos al relacionarnos con otros.

Estamos en un constante tránsito de pensamientos, sensaciones, emociones y percepciones sobre lo que vamos construyendo mentalmente al relacionarnos con otras personas desde distintos roles. Esto crea la posibilidad de una apertura peculiar, llevándonos a indagar y cuestionar en nosotros mismo ciertos aspectos de esa energía emocional que hemos utilizado de manera inconsciente.

Nuestro nivel de autoconocimiento

Relaciones interpersonalesLa posibilidad del auto-cuestionamiento, conlleva que veamos nuestro panorama mental desde un amplio espectro de la genuincidad. Involucra nuestra esencia en cada oportunidad para relacionarnos. ¿Nos conocemos lo suficiente? ¿La entrada o salida de personas a nuestra vida deja más que un vínculo afectivo?

Nuestra personalidad se ve reflejada como nuestro canal propio para conducirnos sobre las vías de las relaciones interpersonales. En estas vías, existen personas que se van cruzando y nos impactan en distintos niveles y/o desde varias dimensiones. Dimensiones que pueden provocar un estremecimiento de nuestra identidad y filosofía de vida.

Podemos identificarnos como lo que somos, porque hemos ido construyendo y moldeando nuestra personalidad a partir de referencias minuciosamente coleccionadas de manera inconsciente, a través del impacto de las relaciones interpersonales.

Capacidad integrativa

La personalidad en la edad adulta es maleable. En este proceso, se ve reflejado el desarrollo cognitivo que hace cristalizar la personalidad al incorporar información. Igualmente, se van editando conceptos que se hilan a las experiencias. Se plasma de manera notoria una naturaleza integrativa.

Interacciones humanas compatibles y no compatibles brindan a las experiencias, sensaciones particulares en cada una de ellas. Esta naturaleza integrativa nos permite sintetizar, al seguir manteniendo el equilibrio de moldear nuestra personalidad a través de relaciones interpersonales.

Traslado de percepciones

Relaciones interpersonalesLa movilización de energía mental y emocional que utilizamos al relacionarnos, puede salir desde nuestros espacios mentales más instintivos. En este intercambio, se hacen disponibles expresiones espontáneas producto de nuestra interioridad. Así como reflejos de procesos psicológicos en los cuales modificamos la percepción de manera inconsciente, para protegernos ante preceptos amenazantes.

Esta percepción modificada puede sentirse como una forma segura y conocida de protegernos. Al relacionarnos, este intercambio se observa como un traslado de percepciones. Sumado a esto, se movilizan de persona a persona desembocando en proyecciones transmisibles de uno a otro.

Proyectar en otros ciertas atribuciones específicas, abre el compás de reconocimiento personal. Esto es característico al dar acceso a un espacio para revaluar el terreno del traslado de información, necesario para completar nuestra identidad. ¿Qué podríamos estar ubicando en otros que nos identifica, y qué otros podrían estar ubicando en nosotros que los identifica?

Posicionamiento de conceptos

Relaciones interpersonalesEl psicólogo, psicoanalista estadounidense Erik Erikson, desarrolló la teoría del desarrollo psico-social a través de etapas. En la misma, describe la estructuración de nuestra personalidad a lo largo del ciclo vital. Erikson mantenía una postura de continuidad, alegando que nos mantenemos en una construcción de identidad constante.

Este movimiento permanente en la revision de la información que adquirimos a través de cada persona y su rol, encapsula los códigos de referencias. Del mismo modo, va ubicando poco a poco de forma cada vez más atinada si nos lo permitimos, nuestros auto-conceptos.

La entrada o salida de personas en nuestra vida deja mucho más que un vínculo afectivo. Permite que posicionemos nuestra personalidad a través de la auto revelación. Al tiempo que va perpetuando cercanía con nuestro mundo interno.

Texto escrito por: Marjorie González. Psicóloga.

Referencias:

  • Teoría de los Procesos de Identidad de Susan Krauss Whitbourne.
  • Las obras de arte incluidas en este artículo fueron creadas por Vita Schagen.
Sexualidad infantil

La sexualidad infantil

El sujeto en la depresión

Una depresión para todos

Sujeto en la depresiónEn la actualidad, el trastorno depresivo es una de las afecciones con más incidencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal causa de discapacidad y afecta aproximadamente a 350 millones de personas en el mundo. Este aumento se asocia con diversos factores, entre ellos los avances en la ciencia y el sistema capitalista. Hoy en día con la pandemia por COVID-19, muchas más personas están presentando signos de depresión. Así como ansiedad, como también ha aumentado la ansiedad en tiempos de pandemia.

La depresión como diagnóstico atañe a la psiquiatría y la psicología, disciplinas que toman como referencia los manuales de clasificación de las enfermedades mentales. En ellos se enumeran los síntomas observables que deben cumplirse a modo de checklist. El DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición) presenta los Trastornos Depresivos como aquellos que se caracterizan por la presencia de tristeza, vacío, o afecto irritable, acompañado por cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente la capacidad de funcionar del individuo.

De acuerdo con este enfoque universalista de la depresión, el sujeto queda reducido a una serie de signos que tienen en común el estado de ánimo decaído. Los diferentes trastornos que conforman esta categoría en el manual se distinguen únicamente en la duración y timing de los síntomas. Incluso, se han metido en la misma bolsa otras condiciones como el nuevo Trastorno Dismórfico Premenstrual, ¡aunque usted no lo crea! Al seguir esta línea corremos el riesgo de perder de vista al sujeto, su historia particular y su sufrimiento.

El mandato a gozar

Sujeto en la depresiónLa cultura se fundamenta en la renuncia que cada sujeto hace de sus propias pulsiones, lo que Freud llama “ceder al deseo”. Sin embargo, en nuestra época del consumo, se nos presenta el fenómeno opuesto: un empuje a satisfacer nuestras pulsiones sin control alguno. Podemos tener todo lo que queremos sin demora. La psicoanalista Graciela Sobral plantea en su artículo La Depresión Actual, que hay una decadencia de los simbólico: la palabra, los ideales, la ley y la autoridad. Entonces, estos ideales nos vienen en forma de una exigencia insaciable, y medible en términos de éxito y fracaso. Desde esta perspectiva, la depresión puede pensarse como el reverso de este mandato que no se puede satisfacer. El sujeto se deprime pues no está a la altura de las expectativas de la sociedad.

Para el Psicoanálisis, lo que mueve al sujeto está ubicado en el orden del deseo. Jacques Lacan plantea la depresión como una “cobardía moral”. Sabemos que el sujeto con depresión no es en absoluto un cobarde, Lacan utiliza esta frase para ejemplificar que dicho sujeto no puede sostener su deseo, ni conducir su propia vida como quiere. En la depresión hay un impasse en aquello que causa el deseo en un sujeto. Siguiendo con los planteamientos de Sobral:

“Cuando se desea se encuentra un camino para realizar el deseo que no pasa por la exigencia, en el deseo se trata de un trabajo del propio sujeto que encuentra cierta satisfacción en su realización… que no se parece a la satisfacción directa del objeto del consumo.”

El capitalismo nos impone la ilusión de que los objetos pueden colmar nuestra falta, y de que son completamente accesibles en el mercado. Entonces el superyó actual nos exige consumir infinitamente, trabajar para consumir es su ciclo. El sujeto deprimido es aquel que renuncia por completo a esta carrera, y entonces ya no quiere nada. Esto se manifiesta en una pérdida de interés en toda actividad que antes le producía placer.

La industria farmacéutica y la depresión

Otro factor importante es el avance de la psicofarmacología, como disciplina científica y sector empresarial. El uso de antidepresivos ha aumentado de forma significativamente en las últimas tres décadas. Actualmente, son utilizados para tratar otras afecciones como dificultades para dormir, ansiedad, etc. Esto implica que el estado anímico del sujeto y su sufrimiento dependen enteramente de la cantidad de una sustancia u otra a nivel neurológico.

La prescripción de este tipo de productos es necesario en algunos casos. Sobre todo en aquellos en los cuales está en riesgo la vida de la persona. Más adelante veremos cómo esta prescripción debe estar acompañada de una terapia que apunte también al sujeto, más allá de la cantidad de serotonina y otras sustancias en el cerebro. El problema surge cuando el antidepresivo se presenta como la panacea, o como la única respuesta para un sujeto deprimido. Entonces, el remedio es peor que la enfermedad. El uso de estas sustancias va en la línea de no querer saber sobre el sufrimiento particular de cada individuo. No hace falta hablar nada pues tomándose una píldora resolvemos el problema.

¿Qué hacer frente al sujeto deprimido?

Es importante agregar algunos comentarios sobre las respuestas comunes frente a un sujeto que se muestra deprimido. Principalmente porque Internet está colmado de notas del tipo: “5 cosas para superar la depresión”. En la sociedad que valora la apariencia de felicidad absoluta, tendemos a pensar que una persona en estado depresivo puede cambiar si mejora su actitud. Entonces optamos por animar al sujeto y aconsejarle a ver la vida con una luz más positiva. Esto es contraproducente, pues es más del mismo mandato del Otro a gozar, al que el sujeto deprimido ha renunciado rotundamente.

El desgano presente en la depresión es un enigma para quienes le rodean. Entonces, puede que veamos lo que le ocurre desde nuestra propia perspectiva sin mirar la particularidad de su padecimiento o queja. También podemos sentir culpa o responsabilizarnos por la situación. Esto conlleva a la noción de que podemos hacer algo, ayudarle directamente. Lo cierto es que todos tenemos nuestros límites, y ciertos problemas hay que ponerlos en manos de un profesional idóneo.

Lo particular del sujeto en la depresión

Sujeto en la depresiónPara el Psicoanálisis, la depresión no se concibe como una entidad clínica sino que se ubica dentro de la estructura psíquica del sujeto: neurosis, perversión o psicosis. El psicoanalista debe interrogarse más allá de lo que el sujeto señala en primera instancia. Lacan también propone la “verificación del afecto” en el análisis, pues los afectos sobre algo siempre se refieren a otra cosa.

La elaboración de Sigmund Freud sobre la depresión distingue tres estados clínicamente distintos. Primero está el sentimiento normal de tristeza, que tiene su modelo en el proceso de duelo. El trabajo del duelo se refiere a la operación psíquica que realiza un sujeto ante la pérdida de un objeto de amor o un ideal. El objeto perdido se conserva en lo psíquico, y el sujeto paulatinamente se separa de él para dirigir su vida a otras cosas.

Además, la depresión puede encontrarse como un síntoma en la neurosis o como una queja del sujeto neurótico. Éste puede perder su brillo o valor frente a su otro significativo, cuando: (1) falla su estrategia para ser el objeto del deseo del otro, en el caso de la histeria; o (2) no puede satisfacer las demandas que cree que le hace el otro, en la obsesión. En ambos casos, el sujeto se desprecia a sí mismo y atraviesa por un momento depresivo. Hay en las neurosis otras posibilidades que varían en cada sujeto.

Por último, la depresión en la psicosis se presenta como melancolía, y está regulada por el régimen del narcisismo. En este caso, se dirige al yo del sujeto todos los reproches y el desprecio que corresponden a un objeto perdido con el cual mantenía una relación conflictiva. Otro caso de depresión en la psicosis puede presentarse en el curso de la esquizofrenia.

Como ya mencionamos, hay casos en los que es útil la medicación. Pero es fundamental algún tipo de acercamiento que haga referencia al sujeto. La propuesta del Psicoanálisis apunta a la producción de un estado nuevo, en el cual el individuo pueda enfrentar el dolor de una forma más digna. Más que poner una etiqueta, es necesario escuchar sobre el sufrimiento particular de cada sujeto y tomarlo en cuenta al momento de ofrecer un tratamiento. Culminamos con el planteamiento de Graciela Sobral que resume el trabajo terapéutico de la depresión:

“Cuando el sujeto puede pasar de la queja inicial a la interrogación en relación a lo que queda de su lado, en cuanto a lo que le toca vivir y a la conexión que eso tiene con su propia historia, la vivencia subjetiva cambia. El afecto depresivo comienza a diluirse y en su lugar aparecen otras cosas, más verdaderas: preguntas, dudas, tristeza, rabia, una interrogación sobre la vida y el malestar que es, en definitiva, lo único que permite una rectificación subjetiva, un cambio”.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias bibliográficas:

  • Freud, Sigmund (1915). Obras Completas. Duelo y Melancolía. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.

El niño(a) y la escuela: ¿de lo presencial a la virtualidad?

Ante la pregunta, ¿de lo presencial a la virtualidad?, lo primero que tendríamos que pensar es que la virtualidad es una necesidad ante una situación coyuntural y excepcional. Ésta que irrumpió de manera sorpresiva en el mundo humano. Los cambios que ha introducido la pandemia, particularmente en lo que respecta al encuentro cuerpo a cuerpo, nos invitan a pensar nuevas forma de relación del niño con la escuela.

El niño y la escuela virtualUna de las alternativas sería ser flexibles y creativos ante las limitaciones e imperfecciones que suponen todo comienzo. Así como reconocer el valor que tiene el intercambio de ideas y experiencias positivas y otras no tanto, para construir un nuevo saber. Adicionalmente, a través de los vínculos podemos tramitar algo de la angustia que nos pueda ocasionar, no solamente la nueva situación de encuadre laboral. También los efectos que la pandemia trae consigo en el ámbito personal, en los económico, familiar y en la subjetividad.

A propósito de los efectos a nivel subjetivo, uno de los que comienza a ser reportado por  los maestros, es la sensación de agotamiento y cansancio. Para algunos es producto de la concentración y atención que deben sostener ante la pantalla. Mientras que otros logran reconocer que dicho malestar tiene más que ver con lo enigmático de la situación. En este sentido, la flexibilidad también pasa por poder reconocer el malestar personal, así como el horror que nos produce lo no conocido. Tenemos una imagen predeterminada sobre cómo debe ser el escenario escolar. Esta imagen opera como un pre-concepto de lo que debe ser normal. Por tanto, cualquier cambio de las condiciones tradicionales nos parasen inverosímiles. Tendemos a catalogarlas como extrañas, como algo no familiar y por tanto las rechazamos porque están fuera del orden establecido.

No se trata de atenuar las dificultades a las cuales se enfrentan los docentes. Pues la modalidad de trabajo online con niños lleva implícita una serie de exigencias y restricciones. Se trata de pensar e interrogarnos sobre: cómo hacerlo y por qué lo hacemos. Ya que los métodos y técnicas que hasta ahora se han empleado donde lo presencial es prioritario, parecieran no ofrecer la posibilidad de mantener una continuidad del lazo social. Esto debería ser el foco que oriente el esfuerzo de sostener el trabajo por medio de las plataformas tecnológicas. Ya que mantener la continuidad de la vida en lo que se pueda, es una de las salidas  posibles para no quedarnos presos en el discurso sobre la pandemia.

El niño y la escuela virtualLos docentes y todos aquellos que trabajan  en el ámbito escolar, no escapan a los cambios que introduce la lógica de la época. Uno de esto cambio es el que ha introducido en nuestro tiempo la pandemia, donde la tecnología es la gran protagonista. Esto invoca a pensar cómo llevar adelante la práctica educativa considerando e involucrando al niño en lo que se propone. Lo que implicaría tener una mirada más allá de lo evolutivo y de la transmisión de contenidos. Es pensar y estar atentos a cómo el niño reacciona ante el nuevo escenario. Es fundamental en este momento de enigmas y pérdidas, que el docente supongan  que su encuentro con cada niño podrían ser el único espacio que él o ella tenga para hablar. Así mismo, para decir cómo vive la situación.

Por otra parte, la migración al espacio de la tecnología a la que se han  visto expuestos los maestros, no sólo trae consigo la necesidad de aprender o actualizarse ante el uso de las herramientas. También se han visto empujados a desarrollar nuevos técnicas para hacerse entender y para mantener la atención de los niños. Aquí hacemos una pausa para introducir un elemento que es fundamental entre las tareas que el docente que trabaja con niños no puede dejar por fuera. Esa es la comunicación con los padres, pues de ella dependen en gran parte el éxito o el fracaso que se pueda tener ante la propuesta de la escolaridad online.

El vínculo con los padres es esencial, mantener con ellos una comunicación constante y a la vez comprensiva. Esto es necesario, pues muchos de ellos en estos momentos están sobre exigidos por las circunstancias. Los padres  trabajan desde la casa, y tienen que acompañar y promover el encuentro online con el docente. Adicionalmente, deben orientar la elaboración de las tareas, tema que requeriría una revisión particular en cuanto a la cantidad de tareas que se le asignan a los niños. La responsabilidad de la transmisión de los contenidos escolares pareciera estar recayendo en gran medida en los padres.

Pero también encontramos a padres que se sienten invadidos en su intimidad. Otros reacciona de manera hostil por rivalidad con el docente cuando el niño y la niña muestran una intensa emoción, y piden ver o escuchar a su maestra. Todas estas situaciones que pueden interferir y hacer poco posible el desarrollo de la experiencia educativa online, plantean la necesidad de mantener un espacio de intercambio con los padres, pero también con el equipo de trabajo.

Texto escrito por: Stella Casanova. Psicoanalista. Miembro de la Escuela de Psicoanálisis de los Foros del Campo Lacaniano.

La feminidad y la histeria

El panorama para la mujer en el plano de la experiencia y expresión de su feminidad, ha dado un giro drástico en el último siglo. Hoy en día las mujeres tenemos mucha más libertad con respecto a mostrar su individualidad, mucho más que antes. Sin embargo, hoy también existen expectativas sociales que tiene un decir sobre lo que debe desear una mujer y cómo se debe comportar. Aunque existe una diferencia abismal entre la conducta actual, y la doble moral que caracterizaba la época victoriana de Freud por ejemplo. Estas reflexiones nos llevan a cuestionarnos sobre la feminidad y la histeria, más adelante veremos qué es.

Inicios: feminidad e histeria

A finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, Sigmund Freud estudiaba y ofrecía tratamiento a las pacientes con histeria. Sujetos, en su mayoría mujeres que sufrían de síntomas físicos, como diversos tipos de parálisis, que no podían explicarse por medio de la biología. Esto abrió el camino para el surgimiento del Psicoanálisis como disciplina y el estudio de diversos fenómenos psíquicos/sociales. Pero con respecto a la mujer, Freud decía:

“La gran cuestión… que no he sido capaz de responder, a pesar de mis 30 años de estudio del alma femenina es: ¿Qué quieren las mujeres?”

El deseo de la mujer se presenta como enigmático. En la cultura popular, incluso se hacen bromas con respecto a esto: nadie parece saber lo que quieren las mujeres… Es pertinente hacer un alto para definir la feminidad como el conjunto de características físicas, psíquicas o morales que se consideran propias de la mujer o de lo femenino en una sociedad, en oposición a lo masculino.

Unos años después en la década de los 70s, el psicoanalista francés Jacques Lacan se dedica al estudio psicoanalítico de las mujeres. En dichas formulaciones, Lacan distingue entre la histeria y la feminidad, hasta llega a oponerlas. Como decía uno de mis profesores de la maestría: “Toda mujer es histérica (en su estructura psíquica), pero no toda histérica es mujer.” En esta línea, Lacan plantea que en la histeria hay una pregunta por qué es se mujer. Lo cual es esencialmente diferente a volverse una mujer.

La histeria como estructura psíquica

¿De dónde surge esta identificación, y cuáles son sus características? Tomaremos como referencia el trabajo del psicoanalista Joël Dor, en su obra “Estructuras Clínicas y Psicoanálisis” para definir una estructura y los rasgos primordiales:

“La especificidad de la estructura (psíquica) de un sujeto se caracteriza por un perfil determinado de la economía de su deseo, regida por una trayectoria estereotipada, o rasgos estructurales… y que se distinguen de los síntomas.”

Las estructuras se constituyen como una salida al Complejo de Edipo, y la relación del sujeto con la función paterna, como instauradora de la Ley y como aquello que colma el deseo de la madre. La estructura surge en el pasaje del ser el falo (lo completa el deseo materno), a no serlo sino tener un atributo fálico que satisface parcialmente dicho deseo. Es decir, se interrumpe ese momento en el cual el hijo o la hija son todo lo que colma a la madre, para dar paso a otra realidad. No hay nada que colme por completo a nadie. Sin embargo, hay alguien que cumple la función paterna y que cuenta que un atributo fálico que satisface de cierta forma a la madre. 

Rasgos estructurales en la histeria

La feminidad y la histeriaToda la dinámica del deseo en la histeria, ya sea en el hombre como en la mujer, se juega en torno al hecho de haber sido despojado(a) injustamente del atributo fálico. Por esto, en la histeria un rasgo estructural es la alienación subjetiva del histérico(a) en su relación con el deseo del Otro. Lo que busca contantemente es ser el objeto causa de deseo del Otro. De allí, surgen una serie de identificaciones con el objeto ideal del Otro. La constante en la histeria es convertirse en aquel objeto que despierte el deseo del Otro. 

Sumado a esto, el sujeto histérico se vive constantemente como no habiendo sido suficientemente amado por el Otro. Se inviste a sí mismo como un objeto incompleto con respecto al objeto fálico. Con respecto a su propio deseo, procura de forma inconsciente que el mismo permanezca insatisfecho. Además, intenta incansablemente reivindicarse al emular este objeto ideal que no ha sido jamás. 

El narcisismo en la histeria es particular, pues se relaciona con la dimensión del dado para ver. El sujeto de la histeria se ofrece a la mirada del Otro como encarnación del objeto ideas de su deseo. En ocasiones, se vale de otras personas para lograr ese “brillo”. Por medio de un desplazamiento, se muestra a través de otros que ha colocado en una posición privilegiada como modelos.

Mujeres histéricas y su relación con el sexo

La feminidad y la histeriaHe tomado el mismo subtítulo utilizado por Dor, pues me parece justo para explicar fenómenos actuales sobre la relación entre la feminidad y la histeria. Una serie de aspectos sintomáticos se hacen más evidentes con el auge de las redes sociales. Se abre más la brecha entre la mujer histérica y su relación con la feminidad. 

La histérica mantiene un afán de perfección, que se experimenta como una exigencia constante que la atormenta. Para ella lo bello y lo femenino van de la mano. Sin embargo, la preocupación persecutoria por lo bello en ocasiones viene a suplantar a lo femenino hasta borrarlo. Este fenómeno se evidencia cada vez más, potenciado por los desarrollos tecnológicos en las ramas de la estética y la cirugía plástica. 

En el fondo lo que hay es una convicción permanente de imperfección. La histérica se vuelve su propio juez tiránico, pues nada será jamás lo suficientemente bello para neutralizar la huella de sus imperfecciones. En cuando a su cuerpo, lo expresa en sus frases favoritas: “mi cuerpo debería ser así”, “sólo debo arreglarme esto o lo otro”, “no soy lo bastante bonita”, etc. Todo lo que encuentre en su camino es bueno para servir de máscara, y atraer la mirada del otro. 

Pero así como cuestiona insaciablemente su belleza física, lo hace con su inteligencias y espíritu. Pero se encuentran con una barrera, es difícil aparentar el intelecto. Por lo que toman un discurso prestado, y vuelve a hacer “como si” supiera más de lo que realmente sabe. En los casos más grotescos, vemos las redes sociales inundadas de mujeres histéricas que se muestran “como si” fueran perfectas. Cuerpos esculturales productos de las cirugías plásticas y retocador por el Photoshop, siempre acompañadas de una frase intelectual sacada de Google. Esto sólo un vistazo del modo como algunas de ellas se conducen en la vida.

Identificación de la histérica con la mujer

Sobre las mujeres Lacan dijo: “La Mujer no Existe: sólo existen las mujeres de una en una.” Ante esta paradoja, el psicoanalista francés Eric Laurent es cuestionado en una entrevista. Le preguntan: ¿Y el hombre sí que existe? A lo que él responde:

El hombre tiene un falo, que es exterior; es patente y obvio y con él puede convertir con facilidad su placer en categoría. Por eso, lo que quiere el hombre se puede producir en masa y por eso hay una industria del sexo, pero sólo está pensada en masculino. Sólo para ellos.”

Para la histérica pareciera que sí existe una mujer. Y es aquella con la que busca identificarse pues responde a la pregunta: ¿qué es una mujer? Lacan plantea que en la histeria se responde a esta pregunta por medio de una identificación viril. Como ya vimos, identificándose como aquella que posee el atributo fálico. En esa transacción, cede la posición femenina a otra mujer que para ella encarna el enigma de la femineidad.

Freud ya lo había señalado en el caso Dora, que estaba avasallada por los encantos de la Sra. K. En la histeria siempre veremos una suerte de homosexualidad. La misma se vincula más al proceso de identificación con una mujer que toma como modelo, que a la elección del objeto amoroso. La histérica procura ser como ella, pensar como ella, vivir como ella, incluso tener los mismos hombres que ella… ¿Han escuchado el término “frenemies”, o “amigas y rivales”?

La elección del objeto-hombre en la histeria

La feminidad y la histeriaOtros rasgo estructural en la histeria que marca la elección de objeto, y todas las elecciones en general, es la indecisión permanente. Puede relacionarse con cosas comunes o un compañero amoroso, la histérica nunca quedará satisfecha con su elección. El objeto elegido continúa sujeto a las dudas, porque siempre es mejor el objeto que no se eligió.

Ya Freud llamo la atención sobre este punto al exponer que el histérico deseaba sobre todo que su deseo permaneciera insatisfecho. La lógica psíquica funciona de esta manera: para mantener su deseo, la histérica se esfuerza por no darle jamás un objeto que la satisfaga. En el caso de la elección de una pareja amorosa, se afanará por no encontrar nunca un hombre a la altura de su máscara de perfección. 

Las histéricas generalmente se deciden por un compañero inaccesible. Puede ser potenciado por un aspecto de realidad, como una pareja que viaja por largos periodos de tiempo. Otra salida que encuentra es escoger un compañero amoroso ya comprometido. Al final del día suele sentirse tan desolada pues de todos los posibles compañeros masculino, el único que le interesa es el imposible. 

En la histeria se coloca a este otro en el lugar de Amo, pero un amo que jamás ocupará el lugar que ella le asigna en sus fantasías. Siendo un hombre inaccesible o extraño, rápidamente se vuelve decepcionante, o en un objeto más de su insatisfacción. Como bien decía Lacan: “El histérico necesita un amo sobre el cual pueda mandar.”

Relación entre la feminidad y la histeria

La feminidad y la histeriaCon respecto a algunos fenómenos que se observan cada vez más en las redes sociales. Debemos hacer una distinción entre la expresión de la feminidad y la histeria, puesto que no siempre se trata de mujeres en el sentido de expresar un deseo de libertad. Por ejemplo, hoy en día muchas se excusan de mostrar cierta imagen o ciertas conductas a través de las redes sociales utilizando como argumento la liberación de la mujer. Esto en algunos casos, podría ser la manifestación de una estructura histérica marcada por un deseo exagerado de despertar el deseo en el Otro. Hoy el Internet y los seguidores se han convertido en un Otro bastante exigente y cruel. Mientras más le dan las histéricas más le piden, más les da, más enseña pero siempre tratando de enmarcarlo con algún pensamiento positivo. Lo hemos visto en publicación donde buscan provocar el deseo sexual del espectador, y a la vez incluyen algún mensaje de motivación.

En la clínica estos fenómenos son más dramáticos y menos cliché. Las pacientes llegan a consulta con un sufrimiento real  que buscan suprimir. Como mencionábamos anteriormente, la relación entre la feminidad y la histeria podría ser que toda mujer es histérica en su estructura psíquica, pero no toda histérica es mujer en el sentido de reconocer su falta. Deben caer las identificaciones que buscan satisfacer el deseo en el Otro, y surgir otras que promuevan el propio deseo. Entonces la histérica será cada vez menos insatisfecha y podrá ser más mujer.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias Bibliográficas:

  • Dor, Joël. Estructuras Clínicas y Psicoanálisis. Amorrortu Editores. Edición 2006.
  • Philippe, Julien. Psicosis, Perversión y Neurosis. Amorrortu Editores. Edición 2002.
Como hablarle a los niños de la muerte

¿Cómo hablarle a los(as) niños(as) de la muerte?

Hace unos años me enfrenté a una situación trágica que afectó emocionalmente a toda mi comunidad laboral. La muerta llega sin avisar y el shock se difunde como una epidemia dejando a pocos libres para reaccionar. Una vez que lo haces, hay que hablar de eso y sobre todo con los niños. Sin embargo, si existe un concepto del cual nadie o muy pocas personas quieren o pueden hablar es de la muerte. Una particularidad que no comparte con nada es que carece de una representación propia. Es decir, nadie ha experimentado la propia muerte. Más bien, hemos vivenciado en mayor o menor medida la pérdida de la vida a través de otras personas. Entonces, ¿cómo hablarle a los(as) niños(as) de la muerte?

Ahora imaginemos cuán difícil puede tornarse hablar de esto con un niño. Muchos de nosotros dudamos al hacerlo. Sin embargo, es un hecho inescapable de la vida, es parte del ciclo vital. Como tal debemos afrontarlo y de igual manera nuestros niños. Si queremos ayudar a manejar una experiencia de duelo por muerte, debemos dejarles saber que está bien hablar sobre eso. Generalmente, la necesidad de afrontar esta temática con los niños surge por alguna noticia en los medios de comunicación o por alguna crisis familiar o del círculo social cercano. Dependiendo del caso, puede tomar un tono emotivo o no. Hablarlo no resolverá el problema o el duelo, pero minimizará las ideas erróneas y ayudará a procesarlo, sobre todo en estos tiempos.

Los niños saben…

Cómo hablarle a los niños de la muerteMucho antes de lo que pensamos, los(as) niños(as) están familiarizados con el concepto de muerte. La muerte es parte de la vida, y en distintos niveles ellos(as) están conscientes de esto. Escuchan sobre esto en los cuentos de hadas; lo ven en la televisión y los video juegos; ven insectos y/o animales muertos; e incluso lo actúan en sus juegos. El nivel de comprensión depende de algunos factores tales como: la etapa de desarrollos en la que se encuentran y la exposición a través de la propia experiencia. Cada niño (a) lo procesa de manera individual dependiendo de estos factores. Pero los seres humanos, y los niños saben de pérdidas y duelos desde el momento mismo del nacimiento. 

La noción de muerte según la etapa evolutiva

Muchos estudios indican que los niños atraviesan una serie de etapas en cuanto a la comprensión de la muerte. Se relaciona con el desarrollo de las habilidades psíquicas y cognitivas. Generalmente se relacionan con la edad cronológica, aunque sabemos que cada sujeto mantiene su propio ritmo. Los niños en etapa pre-escolar usualmente perciben la muerte como algo reversible, temporal e impersonal. En la actualidad, esta idea se ve reforzada por algunos personajes de las caricaturas que se recuperan milagrosamente luego de sufrir aparatosos accidentes. 

Más adelante, aproximadamente entre los cinco y nueve años, la mayoría de los niños comienzan a darse cuenta de que la muerte es definitiva. Sin embargo, aún lo perciben como algo impersonal y de lo que pueden escapar. Durante esta etapa, algunos niños empiezan a personificar la muerte con imágenes tales como los esqueletos y fantasmas. Algunos incluso pueden tener pesadillas con respecto a estos personajes. A partir de los diez años en adelante, los niños empiezan a comprender que la muerte es irreversible, que todos los seres vivos mueren, y que eventualmente lo harán. En la adolescencia se inicia el desarrollo de puntos de vista filosóficos sobre la vida y la muerte.

La experiencia individual frente a la muerte

Como hablarle a los niños de la muerteSi bien, las etapas del desarrollo psíquico juegan un papel importante, cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Cada niño se desarrolla en un entorno particular, dentro de un grupo cultural y religioso determinado. Y más importante aún, cada sujeto experimenta e interpreta sus vivencias de manera única, y tiene sus propios modos de expresar y manejar sus emociones. Por ejemplo, hay niños que empiezan a hacer preguntas sobre el tema desde muy temprano. Otros, experimentan la muerte de algún familiar como los abuelos y parecen poco afectados. Mientras que pueden tener reacciones muy emotivas por la muerte de una mascota. No importa cómo reaccionen ante estos eventos, ellos necesitan una respuesta empática y sin prejuicios.  Hace unas semanas una niña de 6 años a quien atiendo en consulta privada desde hace varios meses me cuenta algo curioso. Me dice que su abuelo materno murió y que ella debía llorar pero no podía. Se sentía triste pero no podía tener la reacción que creía era esperada por todos.

Barreras de comunicación

Muchos de nosotros tenemos la tendencia de no hablar sobre temas que nos enojan o desconciertan. Tratamos de esconder nuestros sentimientos y esperamos que sea lo mejor. Pero no hablar sobre un tema no significa que no estemos comunicando, al contrario. Los niños son excelentes observadores, y leen los mensajes en nuestros lenguaje corporal. Al evadir un tema le causamos a los niños más dudas y preocupaciones. Y a la vez, ellos pueden fantasear y crear en su mente un escenario peor o lejano a la realidad. Es mejor encontrar un balance entre la evasión y la confrontación con información que ellos puedan manejar a su edad.

Los adultos también podemos sentirnos incómodos por no tener todas las respuestas. Por esta razón muchas veces decimos “mentiras blancas”. Pero por más bienintencionadas que sean, pueden producir inquietud y desconfianza en los niños. Tarde o temprano ellos se darán cuenta de que no sabemos todas las respuestas, de que nadie las sabe.  Para ellos será más fácil si les decimos de forma calmada que no hay respuestas para todas las preguntas.

Ideas erróneas de los niños con respecto a la muerte

Cómo hablarle a los niños de la muerteComo mencionamos antes, de acuerdo con la etapa del desarrollo, los niños pueden interpretar la muerte de manera más concreta. Algunos niños la confunden con dormir, particularmente si escuchan a los adultos referirse a ella con eufemismos como: “descanso eterno”. Como resultado de esta asociación, ciertos niños podrían tener miedo de dormir o tomar siestas. Similarmente, si a algunos niños se les dice constantemente que alguien que ha muerto “se fue”, podrían tener miedo de separaciones breves.  Decirle a los niños que la muerte se debe a enfermedades o vejez, también puede ser fuente de confusiones.

En el caso de las enfermedades, es importante aclararles que sólo algunas enfermedades muy severas pueden producir la muerte; a pesar de que todos nos enfermamos a veces, usualmente mejoramos. De esta manera, los niños no se preocuparán demasiado ante enfermedades menores. Otra generalización inapropiada es que la gente muere vieja, en frases como “murió porque es vieja”. Esto puede llevar a decepciones cuando se den cuenta que gente joven también muere. Está bien decirles que la mayoría de las personas viven muchos años, pero algunas no. Y por último, introducir ideas religiosas cuando la religión no ha tenido un rol importante en la vida de la familia antes de la muerte. Por ejemplo, explicaciones como “se lo llevó Dios”, pueden asustarles al pensar que también puede llevarlos a ellos. 

Hablemos con los niños…

Quizás la parte más difícil de todas es que al hablar con otros sobre la muerte debemos examinar nuestras propias emociones y creencias. De ese modo podremos hablar con los niños naturalmente cuando las oportunidades se presenten. Esto involucra lo siguiente:

  • No es necesario iniciar una conversación si no existe una situación que afecte directa o indirectamente al niño(a). Podemos observar y tomar nota de sus inquietudes para determinar cuándo es un momento adecuado.
  • Lo primero y más importante siempre será escuchar y aceptar los sentimientos de los(as) niños(as).
  • Tratar de ser sensitivo con los deseos de los niños de comunicarse cuando ellos estén listos.
  • Mantener una actitud receptiva que fomente los intentos de comunicarse en los niños, al escucharlos atentamente y respetar sus puntos de vista.
  • Responder las preguntas de los niños en un lenguaje apropiado para su edad. No debemos dar explicaciones más allá de lo que ellos estén preguntando.
  • Ofrecer a los niños explicaciones honestas cuando estamos visiblemente afectados por alguna pérdida.
  • Brindas respuestas simples y breves, para que los niños no se sientan abrumados con demasiadas palabras que no puedan asimilar fácilmente. 
  • Verificar qué han comprendido los niños, sobre todo los pequeños quienes pueden ser más propensos a confusiones.
  • Aprovechar oportunidades de la vida diaria para hablarles sobre la muerte en situaciones en las que estén menos involucrados emocionalmente. Por ejemplo, la muerte de plantas o animales.
  • Darles tiempo para procesar la información a su propio ritmo, no hablar del tema en demasía, sino cuando sea natural hacerlo. 

La muerte es una pérdida y es un tiempo de tristeza y duelo. Es importante ayudar a los(as) niños(as) a aceptar esta pérdida y el dolor que la acompaña. Los intentos por protegerlos podrían negarles la oportunidad de compartir sus sentimientos y recibir el apoyo que necesitan. Compartir las emociones ayuda muchísimo, tanto a ellos como a los adultos a su alrededor.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias Bibliográficas:

  • Kubler-Ross, Elizabeth. On Children and Death, MacMillan. New York, 1983.

Fuentes:

Algunas notas sobre el amor

La ciudad de Kioto fascina pues en ella convergen la majestuosidad y la simpleza. Kiyomizu-dera es quizás uno de esos sitios que se mantienen en pie para transmitir toda esa espiritualidad que agoniza entre tantos turistas. Dentro de este complejo de templos budistas, se encuentra el santuario Jishu, dedicado a Okuninushino-Mikoto, un dios del amor y los «buenos matrimonios». Como es de esperar, consiste en uno de los destinos predilectos de parejas, y de mujeres jóvenes en busca del amor.

El mismo posee dos «piedras del amor», situadas a 6 metros una de la otra, distancia que los visitantes deben vencer con los ojos vendados. El éxito en esta tarea, es un presagio de que el peregrino encontrará el amor. Es posible ser guiado por alguien, lo cual predice que la persona necesitará de un intermediario para convenir con su enamorado.

La sabiduría oriental nos muestra simplemente cómo el ser humano se moviliza en el ámbito del amor: con los ojos vendados. Hay quienes no temen y aceptan la incertidumbre, transitando este trayecto confiados en que llegarán a la otra piedra sin mayores dificultades y por sí mismos. Otros, desconfían y se sienten perdidos. Con suerte han tenido la guía de otro, quien porta ese saber sobre el amor del que ellos carecen. Este apoyo varía desde lo espiritual hasta los expertos en la materia que abundan hoy en día, terapeutas y autores de libros de auto-ayuda. Nos referimos al amor de pareja.

El amor es…

Una definición única del amor es imposible. Ya filósofos, psicólogos y pensadores en general se han esforzado por completar esta difícil tarea. Desde el Psicoanálisis, también se estudia el amor y sus vicisitudes, pues en la consulta terapéutica todas, o la gran mayoría, de las historias terminan hablando de amor. Sigmund Freud lo investiga a lo largo de toda su obra, analizando sus mecanismos desde diferentes ángulos.  El amor puede constituirse como una posibilidad para sobrellevar las dificultades de la vida.

El concepto de narcisismo también desempeña un papel destacado. Este se refiere a la operación psíquica de tomar al propio cuerpo como objeto de satisfacción y también como objeto de amor. Podría entenderse como el amor por uno mismo. Respeto de esto, Freud afirma que:

El que ama se hace humilde. Aquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo.

Ser humilde no es sinónimo de humillarse. Más bien, implica ceder en ocasiones a los propios deseos, en pro del ser amado y/o de la relación. También se hace humilde ante la duda que entraña el encuentro con un otro distinto a uno mismo. Otro que también transita el camino del amor a ciegas frente a su propio inconsciente. Posteriormente, Jacques Lacan propone una fórmula que intenta abarcar gran parte de la esencia del amor en el sujeto, cuando dice:

 Amar es dar lo que no se tiene a quien no es.

Esta concepción implica que un sujeto reconozca que no está completo, sino en falta. Esto en Psicoanálisis, se refiere a un sujeto dividido, pues gran parte de sus contenidos psíquicos son inconscientes, es decir, desconocidos incluso para él mismo. No se refiere a la falta de tener, una objeto o un atributo, ni involucra una connotación negativa del ser humano. Por el contrario, esta falta en ser se refiere a la noción de que no somos perfectos ni completos, y es precisamente esto lo que nos impulsa a desear. El deseo es uno de los factores que actúan como motor para el establecimiento de relaciones con otros; es lo que motiva al ser humano a relacionarse y moverse en el mundo. Como explica Jacques-Alain Miller:

… no es dar lo que se posee, bienes, regalos, es dar algo que no se posee, es reconocer su falta y darla al otro, reconocer que se necesita al otro.

El amor, según Lacan, se da dos dimensiones: en el plano imaginario, está el enamoramiento. Ese momento inicial que consiste en el flechazo, donde el otro es un producto de nuestra idealización, y posee todas las cualidades que siempre soñamos. En el plano real, se ubica el amor que no busca reciprocidad, y que no engaña, pues la persona conoce los defectos del otro y aún así le ama. Como bien lo dice Slavoj Zizek:

Amar significa que uno acepta a la otra persona con todos sus fracasos, estupideces, puntos feos, y a pesar de eso, ve perfección en la imperfección misma.

El amor en tiempos líquidos

Los hombres y mujeres de este siglo, no soportan el peso que conlleva mantener una relación sólida y duradera. Salvo algunas excepciones, sienten miedo, por creer que la misma se convertirá en una carga y atentará contra sus mayores tesoros: su libertad e individualidad. Por otro lado, presentan la incertidumbre ante la posibilidad de ser ellos mismos un desecho, en una sociedad donde predomina lo novedoso. El sujeto entonces se reinventa compulsivamente, no por el deseo genuino de mejorar o hacer algo que le produzca satisfacciones, sino por el mandato a ser innovador, por el simple hecho de no quedarse atrás.

La tendencia actual hacia el ideal de completud y omnipotencia, alimenta la fantasía de que estando empoderados tendremos todo, también en el amor. Con la ayuda de las redes sociales esto se magnifica, iniciando un ciclo de envidia por el éxito aparente del otro, y una obsesión por mostrarse cada vez más perfecto. Nada más lejos de la realidad. Como explica Miller, aquellos que creen estar completos solos o quieren estarlo, no saben amar. Pueden despertar el amor en otros, más no han experimentado por sí mismos los riesgos y las delicias del amor.

En su libro Amor Líquido, Zygmunt Bauman plantea que el individuo escoge las conexiones en contraste con las relaciones. Éstas ocurren dentro de una red, en la cual las acciones de conectarse y desconectarse son simultáneas. Las encuentros son de fácil acceso y salida, ya que pueden cortarse en cuanto empiezan a ser insoportables. Uno siempre puede oprimir la tecla de “delete”. Se puede pasar a la próxima conexión al mejor estilo de la serie de MTV “Next”, o al próximo perfil de Tinder. Si el candidato no cumple con los requisitos mínimos, tenemos la opción y el derecho de pasar al siguiente. Las estructuras que salvaguardaban el compromiso en la pareja flaquean, o se vuelven simples contratos que pueden disolverse con tan sólo una firma. Los matrimonios se convierten en un negocio dirigido por los “wedding planners”, y  los divorcios están a la orden del día.

El (des) encuentro entre los sexos

En las últimas décadas, el movimiento feminista ha impulsado una campaña agresiva en pro de la reivindicación de la mujer en relación con el hombre, promoviendo la igualdad de derechos y oportunidades. Si bien la biología y la genética aportan elementos fundamentales en la constitución de lo que es ser hombre y mujer, los estereotipos socioculturales sobre la feminidad y masculinidad están en un proceso importante de transformación. Los hombres, son invitados a feminizarse, al permitirse experimentar sus emociones y expresarlas abiertamente. Mientras que las mujeres, cuentan con el derecho y la responsabilidad de igualarse al hombre, mostrando actitudes más agresivas y hasta viriles. Esta mutación social y psíquica, busca encontrar un balance entre los sexos, y conlleva muchas satisfacciones para ambos. También impacta el modo en que se desarrollan las relaciones.

Algo que sigue vigente es el desencuentro entre los sexos. Incluso en la cultura popular se tiene la noción de que el hombre y la mujer son de planetas distintos, los primeros de Martes y ellas de Venus. En el plano inconsciente, esto implica que mujer y hombre gozan de modos distintos. Lacan lo expone en su fórmula:

No hay relación sexual.

Zizek lo ejemplifica en su análisis de un anuncio de cerveza. Primero, está el cuento de hadas de la princesa y el sapo. Es conocido que ella lo besa y éste se transmuta en su príncipe soñado. Pero el cuento no termina allí, pues el joven la mira con ojos de deseo y también la besa, ante lo cual ella se convierte en una botella de cerveza, que el príncipe empuña triunfante entre sus manos.

Del lado de la mujer, sucede que a través del amor una rana puede convertirse en el objeto de su amor; del lado del hombre, en cambio, la mujer quedará reducida a un objeto parcial, el objeto de deseo. La relación entre los sexos es asimétrica, en la cual cada uno porta su propia fantasía. Como se plantea en esta metáfora, la mujer fantasea con la rana que gracias a su amor se transforma en Príncipe Encantador. Mientras que el hombre en principio reduce a la mujer a un objeto, el cual desea obtener, pero una que lo logra esto se vuelve deseo de otra cosa.

Avatares del amor contemporáneo

Cada caso en el amor es particular, y no es posible agotar todos los ejemplos en un sólo post. Curiosamente, la queja de muchas mujeres hoy es que “no hay más hombres, y si los hay no son para mí.” En estos casos, ponen al Hombre en el lugar de lo que les falta. Entonces, cuando aparece uno, les brillan los ojos ya que es una oportunidad única. Se aferran a él como si fuera un salvavidas en pleno naufragio. No se trata aquí de una experiencia de amor, sino de un estrago. El hombre por su parte, comprueba que es necesitado, mas no amado y literalmente huye. Una vez más se comprueba la teoría de que no hay más hombres, la tragedia femenina por excelencia. Pero si una mujer puede mover al hombre de ese lugar, notará extrañada como él deja de escapar.

Por su parte, los hombres también se movilizan cuando aman. Sobre todo en los casos en los cuales no están seguros de su virilidad, se dejan intimidad por la posibilidad de verse algo ridículos. Una de las respuesta es huir, como vimos anteriormente. Pueden presentar también, como dice Miller, retornos de su orgullo y mostrarse agresivos o indiferentes frente a su objeto de amor. Por ello, también puede desear a mujeres que no aman, para reencontrar algo de la posición masculina de la que se han despojado frente a aquella a la que sí aman. Es lo que Freud llamó la escisión del amor y del deseo en el hombre, mediante la cual tiene dos mujeres, la santa y la prostituta. Cada vez más, constatamos este fenómenos también en las mujeres.

Les comparto este regalo…

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.

Referencias bibliográficas:

  • Bauman, Zygmunt. Amor Líquido, Fondo de Cultura Económica. México D.F. Edición 2007.
  • Freud, Sigmund (1912). Obras Completas. Sobre la más Generalizada Degradación de la Vida Amorosa (Contribuciones a la Psicología del Amor). Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina.

Educación online: desafíos y oportunidades

Si hace un año alguien les hubiera dicho que hoy tendríamos colegios enteros enseñando a través de pantallas, ¿le hubieran creído? Desde el Jueves el 12 de Marzo de 2020 la educación en Panamá dio un giro importantísimo. Debido a la pandemia del COVID-19 todas las escuelas permanecerían cerradas por un mes. Muchas interrogantes pasaron por mi mente, sobre cómo continuaríamos la educación con este nuevo panorama.

Luego de varias reuniones nos informaron que  a partir del siguiente lunes iniciaríamos con la educación online. Como ustedes ya saben, el cierre de los colegios se extendió y aún continúa. Pero ya el gobierno ha anunciado la apertura de los mismos este mes de Julio, en modalidad virtual. Después de tres meses de trabajar como psicología educativa por medio de plataformas virtuales, en base a mi experiencia  les puedo compartir sobre la educación online: desafío y oportunidades. Quizás incluya más preguntas que respuesta.

La educación y la tecnología

Desafío 1: La tecnología no es accesible a todos, y cuando lo es igual puede fallar. 

El primer desafío tiene que ver con la la gran pregunta: ¿cómo trasladar los modelos educativos de aulas a una plataforma de educación online? Algunos colegios en Panamá contaban con programas informáticos ya incorporados en sus actividades diarias como herramientas complementarias. Pero, ¿funcionarían estás como recursos para apoyar todo el peso de las clases? Por otro lado, muchas familias por falta de recursos no tienen acceso a aparatos electrónicos ni a Internet. Y otras que si lo tienen se ven afectados por fallas técnicas. Esto también le puede ocurrir a los maestros y personal del colegio, lo cual convierte a la educación virtual en un privilegio al cual no todos tienen acceso.

Oportunidad 1: Replantearse el uso de plataformas existentes y desarrollar nuevos recursos para enseñar. 

Educación onlineTodos los desafíos nos llevan a reinventarnos y buscar nueva oportunidades dentro de situaciones complejas. Muchos negocios de todo tipo han tenido continuar sus operaciones de manera virtual. Pero como dije antes, nadie se imagino llevar un colegio entero de esta manera. Toco reinventarse para garantizar que la educación continuara a pesar de las circunstancias. Varios colegios internacionales diseñaron modelos a través de los cuales los estudiantes pudieran recibir asignaciones diarias que serían revisadas por sus maestras y profesores. Las mismas serían revisadas de manera individual incluyendo retroalimentación. Otros colegio panameños utilizaron los correos electrónicos para enviar a los padres tareas a realizar por los estudiantes. Las posibilidades son amplias y es responsabilidad de los profesionales a cargo de la educación buscar nuevas formas de llegar a todos los estudiantes.

Enseñar online

Desafío 2: Fatiga y agotamiento, físico y mental, en el staff educativo de los colegios.

Hablando de las plataformas, la reina por excelencia de esta pandemia es el Zoom. Tanto así que se ha convertido en un verbo al mejor estilo de Google: «Let’s zoom!» En artículos publicados recientemente expertos en bienestar laboral plantean que permanecer mucho tiempo frente a las pantallas pueden causar fatiga en los trabajadores producto de diferentes factores:

  • Las video llamadas requirentes más atención que las interacciones cara a cara. En estas interacciones se torna más difícil de procesar el lenguaje no verbal, como las expresiones faciales y el tono de voz.
  • Al estar ante las cámaras, estamos más conscientes del hecho de ser observados. Es muy difícil para las personas no estar pendientes de cómo se comportan en las cámaras y no mirarse. Tú estas mirando a las pantallas pero éstas te están mirando a ti.
  • Las video llamadas son un recordatorio contante de las personas a las que no podemos acercarnos durante la cuarentena. La mayoría de nuestras interacciones ocurren en diversos escenarios, pero ahora gran parte de nuestro día ocurre frente a una pantalla.

Por supuesto que la reacción ante esta situación es particular a cada sujeto, y es posible que muchos profesionales de la educación no hayan mostrado estos síntomas. Sin embargo, la mayoría de los profesionales de la educación podrían sentirse agotados a final de una jornada de educación online, mucho más que en las clases presenciales. El esfuerzo requerido para mantener la atención y promover la participación de los estudiantes es monumental. Algunas estrategias de manejo de grupo pueden utilizarse perfectamente de forma virtual, pero lleva tiempo implementarlas. Y otras simplemente no funcionan. 

Oportunidad 2: Descubrir nuevas formas de enseñar y conectar con los estudiantes.

Educación onlineEs sorprendente la capacidad de crear que tenemos las personas. Durante los últimos tres meses he podido ver cómo muchas maestras y profesores se han dedicado en alma, vida a y corazón a aprender nuevos métodos de enseñanza para garantizar el aprendizaje de sus estudiantes. Esto no sólo implica conocer las nuevas tecnología, también utilizar su creatividad para presentar su contenido de forma que motive a cada niño, niña o adolescente del otro lado de sus pantallas.

Algunas recomendaciones para el tele-trabajo, son aplicables también a los profesionales de la educación:

  • Buscar un lugar apropiado en el hogar, que cuente con adecuada iluminación, ventilación y con la menor cantidad de distracciones posibles.
  • Organizarse de modo que la mayoría de los días, tenga una jornada laboral con horarios similares a los que tenían antes.
  • Tomar descansos durante la jornada laboral, en los que no estén delante de las pantallas.
  • Planificar actividades que le causen sensación de bienestar y que disfrute. No todo es trabajo.
  • Promover la colaboración entre compañeros de trabajo, apoyándose en su equipo para nuevas ideas o para apoyo, incluso emocional.

Estudiar y aprender online

Desafío 3: Poca participación y falta de motivación de los estudiantes.

Si los adultos se sientes agotado al trabajar de manera virtual, imagínense lo que pasa con los estudiantes. En los salones de clases se ponen en práctica diferentes estrategias para promover la participación de los estudiantes de modo que puedan aprender. En inglés conocido como «classroom management«, manejo de la clase. Todo esto se complica cuando el entorno en el cual los(as) chicos(as) están aprendiendo es su propia casa, con su familia al rededor y todo lo que está ocurriendo. El único contacto que tiene el estudiante con lo que fue su clase es a través de una pantalla y esto podría ser muy innovador al principio pero luego puede tornarse tedioso para ellos.

Todos los factores que mencionamos anteriormente aplica también para ellos. Las reuniones virtuales son agotadoras y requieren de mucho esfuerzo con parte de ellos. Al principio, puede ocurrir que estén más pendientes de su entorno inmediato que de las clases, apaguen sus cámaras, jueguen con la pantalla, etc.  Implementar la estrategias de manejo del salón y que sean efectivas no será tarea fácil.

Oportunidad 3: Resiliencia por parte de los estudiantes.

Educación onlinePara mi sorpresa, una gran cantidad de niños han podido encontrar un lugar en la educación online. Ha sido difícil al principios, ha costado aceptar que ésta es nuestra realidad, en muchos casos. Pero una gran cantidad de los estudiantes están mostrando resiliencia, es decir, en la capacidad de superar las adversidades. A pesar de las circunstancias muchos niños están pasando a otra fase en la cual muestran más aceptación por lo que está ocurriendo. Aún no les gusta la idea de no asistir al colegio, pero demuestran una actitud más receptiva por aprender independientemente del modo en que se presenten las clases.

Para que esto suceda, entran en juego algunas variables, entre ellas:

  • El interés del niños por aprender y su presencia por algunas actividades.
  • Contar con un espacio adecuado con la menor cantidad de distracciones posibles.
  • Mantener una estructura en sus hábitos de sueño y alimentación que le permitan tener más energía.
  • Tener momentos de esparcimiento y juego libre, ya sea dentro de casa o al aire libre si se puede.
  • Contar con espacios para expresar y procesar sus emociones de forma segura.

El rol de las familias en la educación online

Desafío 4: Muchos padres se sienten frustrados porque no puede ayudar a sus hijos(as) con los estudios.

En el mejor de los casos, a los padres le ha tocado ponerse diferentes sombreros en esta cuarentena. Muchos de ellos continúan sus responsabilidades laborales por medio del tele-trabajo, mientras que deben encargarse de las tareas del hogar y apoyar en la educación online de sus hijos. La mayoría de ellos no tienen idea de cómo ayudarlos con las nuevas tecnología, sin contar que algunos tienen más de un hijo. Una frase escuchada comúnmente en estos días es: «Yo no estudié para ser maestra(o)». En el peor de los casos muchos padres han perdido sus trabajos o mantienen contratos de trabajo suspendido, por lo que los niveles de estrés han aumentado considerablemente. Los hijos son receptores de todas estas emociones que experimentan sus padres y muchas veces también lo manifiestan. Cuando algún estudiante esté presentando problemas, una de las primera preguntas a hacer es sobre la situación de la familia. 

Oportunidad 4: Muchas familias se han unido más porque los padres participan más activamente en la educación de sus hijos.

Educación onlineLa otra cara de esta moneda, al igual que la resiliencia en muchos estudiantes, me ha sorprendido para bien. Durante estos meses de educación online, muchos padres se han involucrado muy de cerca en el proceso de sus hijos. Para participar en las clases y ayudarlos lo mejor que puedan. Lo importante es encontrar un balance entre apoyarlos académicamente y darles independencia en su proceso de aprendizaje. Principalmente porque eventualmente van a regresar al colegio y no contarán con los padres para que les ayuden en todo.

Para las familias es sumamente importante mantener una comunicación abierta con todos los miembros. Para así crear espacios donde todos pueden expresar sus emociones de manera segura. Los padres no se olviden que su bienestar emocional es la base del funcionamiento de su familia. Esto no implica que tengan que bloquear sus emociones para no transmitir ansiedad o tristeza. Mas bien estar conscientes de que deben cuidad de su salud mental también, manteniendo una estructura y dentro de la misma permitir oportunidades para realizar actividades que les hagan bien. Propiciar encuentros virtuales con personas de su familia o amigos para contar con esa red de apoyo tan importante para sentirse acompañado.

Texto escrito por: Roxana Palacios. Socia fundadora de Vital Minds. Psicoterapeuta psicoanalítica y psicóloga clínica.